Don Andrés no tiene precio

Si se combina el blanco de una camiseta, el origen madrileño del rival y el gusto futbolístico del contrario, el cocktail acostumbra a atragantarse en el Camp Nou. El Getafe pudo llevarse algo positivo del Camp Nou, pero no acabó de creérselo. Sus combinaciones fueron buenas, pero estériles. Sus tiros fueron bien dirigidos, pero demasiado sencillos para que Valdés pudiera concretar su trabajo. Nada. Ganó el mejor equipo de la noche, un líder que sufrió y supo hacerlo. Levantó el vuelo cuando peor lo estaba pasando y caminó con elegancia ante un cúmulo de despropósitos de Teixeira Vitienes, que no supo encajar todas las piezas en el complicado puzzle de rapartir justicia en el campo.

No se debió sorprender Míchel cuando vio que el Barça salía hambriento. Daba la sensación de que el líder podía sentenciar por la vía rápida, más después de que Messi empalara un zurdazo perfecto (6'), calculado y buscado al palo derecho de Codina, que antes ya había recibido los saludos del Pulga y de Xavi. El argentino culminó la acción, tras una asistencia corta de Touré, que fue espectador de lujo en la acción.

Fue abrir el melón y comenzar a babear el público pensando en un manjar que se imaginaba delicioso. Intuía el culé que se echaría de menos a Alves, pero la verdad es que Maxwell cumplió a pierna cambiada, mostrando la calidad que le trajo de Brasil a Europa y que tiene el toque suficiente como para estar en la plantilla del hexacampeón. Una combinación del defensa y otra de Ibrahimovic con Messi pudieron cerrar la sesión, pero quedaba que Teixeira decidiera arrancar su tan especial espectáculo.

Hubo de todo y para todos. Los culés solicitaron la expulsión de Rafa (10') por una dura entrada a Messi, a la vez que protestaron la roja directa a Piqué (26'), por llegar tarde a un balón dividido y golpear la pierna de Rafa en la frontal del área. Se retorció de dolor el getafense y el árbitro no dudó: roja y a la calle. Luego fue Pedro Ríos el que reclamó penalti (37') de Abidal, pero no fue concedido.

Comenzó otro partido, en el que el Getafe se creció, supo aprovechar la superioridad, pero no pudo culminar ninguna de sus aproximaciones. Miku, en un par de ocasiones, hizo lucir a Valdés, que siempre blocó la pelota; Soldado, por su parte, se peleaba con todos, y cuando pudo rematar, pareció ganarle la ansiedad.

Recital.

Fue paralelo entre Iniesta (inmenso) y el árbitro cántabro. Mientras el manchego firmaba una sensacional función número 200 en su carrera, Teixeira seguía con su lectura de despropósitos. No daba una. Si podía, cortaba las jugadas, tomando todo el protagonismo. El Geta seguía cómodo, pero estampándose siempre ante Valdés, mientras que los culés, ya sin Ibra (fue cambiado y suma cinco partidos de Liga sin anotar), vivían con sufrimiento en inferioridad.

Xavi sentenció el partido incrustando la pelota en la meta de Codina; fue en el momento oportuno. Pero quedaba más. Teixeira señaló penalti de Márquez a Kepa y Soldado le puso algo de pimienta al partido. Pero para entonces, Iniesta, Don Andrés, ya estaba fuera del campo, y claro, ya no había tiempo ni crack para poder ver algo más.

Penalti de Abidal a Ríos

Teixeira Vitienes, que se cambió la camiseta al descanso debido a su semejanza con la azulgrana, se tragó este penalti de Abidal a Ríos. El francés le agarró dentro del área culé.