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LIGA BBVA | BARCELONA 2 - GETAFE 1

El Getafe no se aprovecha de un Barça en inferioridad

Aún jugando durante más de una hora en inferioridad numérica por la expulsión de Gerard Piqué, el Barça, que acabó jugando con nueve, demostró su poderío y derrotó al Getafe (2-1) para continuar al frente de la clasificación, después de una demostración de solvencia.

DAVID F. SANCHIDRIÁN
Actualizado a
El Getafe no se aprovecha de un Barça en inferioridad

Bonito duelo en los banquillos entre dos figuras del fútbol español y bonito fue en el terreno de juego. A priori, el Getafe afrontaba este partido como prueba para el examen final de temporada, la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey ante el Sevilla, pero la expulsión de Piqué a la media hora de juego cambió los planes a todos. El Barça tuvo que recular y el Getafe se frotó las manos con la posibilidad de volver a arañar puntos en territorio azulgrana. Pero meter mano hoy día al Barcelona resulta ya casi imposible. Esta noche, con dos jugadores menos, no es que haya mantenido la ventaja en el marcador, es que aguantó, jugó y encima se permitió el lujo de apuntillar a su rival.

El Getafe llegaba herido pero pisaba territorio franqueable y el Barça no se fiaba nada de un conjunto que ha arrancado puntos en sus últimas visitas. Pero el golpe propiciado por el Sevilla en la ida de las semifinales de Copa del Rey y no contar con el guante de Pedro León multiplicaba la dificultad de un partido en el que Barça debía mantener las ventanas cerradas ante un ataque del Real Madrid, que afrontaba su partido sabiendo este resultado.

Para flanquear la ventaja, el Barcelona se veía obligado a mantener la seriedad defensiva. Con Puyol sancionado y Alves resentido de su lesión en el calentamiento, Guardiola vio a Milito como el mejor sustituto del capitán y a Maxwell para el brasileño. Y el Getafe a por todas. Sin miramientos, Míchel sentó a Casquero, dando entrada a Parejo, y Albín escoltó a Soldado y Miku arriba.

La osadía azulona parecía dar sus frutos en los primeros minutos. Al Barça le costaba recuperar el esférico porque el Getafe conducía bien en el medio del campo. Encima Maxwell se mostraba mucho más temeroso que Alves en la asociación atacante con Messi. Eso hacía que los madrileños pudieran atender mejor al astro argentino. Pero Messi tenía un motivo más para emerger y regalar otro lujo. Villa no falló ante el Valladolid y la 'Pulga' no estaba por la labor de dejarle escapar en la tabla de Pichichi. Y sólo le bastaron seis minutos para poner en pie a todo el Camp Nou con un golazo. Un centro al área quedó retrasado a la frontal del área para que el argentino, con una rosca precisa, batiera a Codina.

El tanto azulgrana no avivó la reacción madrileña y fue el Barça quien siguió llegando al área rival gracias a las conexiones entre Iniesta, Ibrahimovic y Messi. La hiperactividad del diez azulgrana empezaba a desquiciar a los defensores getafenses. Primero fue Rafa con una patada destiempo por detrás sin el castigo de la tarjeta amarilla. Sí la vio Mané al cuarto de hora con otra zancadilla sobre el Balón de Oro. Con Messi como solución a todas las intenciones del Barça, el Getafe sólo tenía como arma el contragolpe. Así es como selló el pase a semifinales de la Copa y así revolucionó el partido. Una contra de Miku por la banda izquierda la cortó Maxwell con amarilla incluida. La botó el Gatefe, el rebote cayó sobre Rafa y entonces Piqué perdió la cabeza con una entrada a destiempo sobre el central. Teixeira no se lo pensó y expulsó al zaguero internacional.

Esa misma falta la sacó medida Pedro Ríos para Miguel Torres, pero el ex madridista no supo aprovechar de cabeza solo ante Valdés. La expulsión agitó al Barcelona. Y si el Getafe era valiente contra once, las contras en mayoría numérica eran para tomárselo en serio porque los madrileños tenían claro que debían aprovechar el momento antes de que Pep diera las órdenes al descanso. Miku fue el más activo en el periodo entre la expulsión y el intermedio con dos disparos bien atajados por Víctor Valdés.Tramo donde el Barcelona vivió algo desconocido hasta hoy, defender más que atacar. En una de esas acometidas, el Getafe pidió penalti de Abidal sobre Pedro Ríos por agarrón pero el colegiado no lo entendió así. Cierto es que el francés obstaculiza al interior pero el azulón también exagera la acción.

Al Barça le costaba llegar, pero cuando pasaba del medio del campo las conexiones funcionaban a la perfección e Ibrahimovic pudo asestar un duro golpe antes del descanso pero la ansiedad del sueco volvió asomar, sin quitar méritos a un Codina que aguantó estoicamente un mano a mano para que Rafa acabara desviando a corner.

Con un Getafe crecido pero sin acabar de timonear se reinició una batalla donde Soldado fue el primero en atacar con un remate con la derecha pero otra vez más Valdés acabó con el peligro. Las indicaciones del Guardiola se adivinaron cuando recriminó la presión de Messi a la salida del balón del Getafe. El Barça se tornó todavía más conservador cuando Guardiola cambió el dibujo con la entrada de Busquets por Ibrahimovic, que se marchó otro partido más sin ver puerta.

El movimiento de tablero lo contrarrestó Míchel con la entrada de Manu del Moral por Mané. Con todo el ataque del Getafe en el césped del Camp Nou llegó otro aviso de Miku gracias a un centro impecable de Pedro Ríos desde el costado derecho. Con un punto más defensivo, Messi, Xavi e Iniesta hilvanaron una jugada para enmarcar pero Keita no ejecutó la jugada.

Messi tranquiliza al Camp Nou

El carrusel de sustituciones continuó con la entrada de Casquero por Parejo. Nada más ingresar, el centrocampista caldeó la grada con una dura entrada y los pañuelos asomaron en el Camp Nou. No duraron mucho, lo que tardó Messi en sacar otra genialidad y tranquilizar al barcelonismo con una penetración letal hacia el centro y dejar a placer para que Xavi definiera sin problemas ante Codina.

Reto más que superado y al Getafe no le quedaba otra que pensar ya en la cita copera. Pero el equipo madrileño no es de tirar la toalla antes del pitido final y la recompensa llegó en el minuto 91 gracias a un penalti de Márquez sobre Kepa. El mexicano agarró al azulón y el colegiado decidió mandarle a la ducha antes de tiempo. Soldado fue el encargado de hacer el tanto de la honra.

Victoria muy trabajada del Barcelona que ha tenido que pagar un alto precio con las expulsiones de Piqué y Márquez, pero que ha sabido sobreponerse a todas las adversidades con orden, calidad y sin perder nunca la cabeza.