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Liga BBVA | Valladolid 1 - Almería 1

Arzo deja 'vivo' a Mendilibar

El Almería perdonó y fue mejor. Goitom destrozó a la defensa local. Manucho fue expulsado. Suárez decidirá hoy el futuro del banquillo pucelano.

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<b>POR LOS AIRES. </b>El triunfo del Almería se desvaneció cuando Arzo (en la imagen) desvió con su cabeza la trayectoria de una falta que lanzó Medunjanin.
POR LOS AIRES. El triunfo del Almería se desvaneció cuando Arzo (en la imagen) desvió con su cabeza la trayectoria de una falta que lanzó Medunjanin.

Quedaban diez minutos para el final del partido. Medunjanin, a balón parado, ponía el esférico en la cabeza de Arzo para que el de Vila-real lograra el empate. Las consecuencias de la jugada fueron enormes. La primera, que Mendilibar salvaba la cabeza por lo menos durante 24 horas más. Suárez ha utilizado la noche para reflexionar y será hoy, tras reunirse con Olabe, cuando decida si el de Zaldibar llega a Valencia o si es destituido fulminantemente. Sus tres victorias en 31 partidos habilitan al presidente para poder tomar cualquier decisión sin tener que sentirse culpable.

La segunda consecuencia que trajo el gol de Arzo fue sacar al Valladolid de los puestos de descenso. Eso sí, ahora se encuentra sólo con un punto más que penúltimo y antepenúltimo, Tenerife y Zaragoza. La situación de los pucelanos, más que engañosa por el puesto que ocupan, es real, están al borde del precipicio y no paran de acercarse a él.

La tercera consecuencia fue funesta para los de Lillo, ya que veían como se les escapaba por la borda una victoria que parecía más que segura. El Almería fue un equipo valiente, ordenado, serio y polivalente en la primera parte. Le faltó algo de remate, pero se fue al descanso, justamente, con un gol de ventaja y casi con alguno más que no logró. Lo hizo, además, con un hombre más en el campo por la expulsión de Manucho. El angoleño, que ya había visto una amarilla, saltó con el codo abierto, impactó en la cara de Chico y Muñiz le mandó a la ducha. Todo estaba a favor de un Almería más tranquilo y convencido de lo que quería. Los de Lillo llegaban sueltos y fácil de la mano del sueco Goitom, defenestrado el pasado año en Valladolid, a pesar de los números que dejó, y que se convirtió en una pesadilla para la defensa local gracias a su velocidad y verticalidad. De sus botas salió el pase del primer gol del Almería que remató Crusat a la red. Sectores del Valladolid se quejaron de posible fuera de juego en la jugada. Minutos después, hasta en tres ocasiones, Goitom rozó el gol. Un fallo suyo y dos paradas de Villar evitaron el segundo tanto andaluz. El Almería controlaba fácil las escasas acometidas de Diego Costa y mandaba en el centro del campo con la tripleta M'Bami-Bernardello-Soriano. El Valladolid, mientras, era un dolor, incapaz de saber a lo que quería jugar.

Conformismo.

El partido iba castigando de manera inmisericorde al Valladolid. Un gol en contra, una expulsión, la recaída en su lesión de Álvaro Rubio y una falta de ideas y de pegada alarmante. Todo ello debió de hacer mella en el Almería hasta que terminó por dar el partido por ganado. La grada esperaba resignada que en cualquier momento cayera el segundo gol visitante, como también empezaba a intuir que caería al final del partido el entrenador local. Visto el pelaje del encuentro, todo llevaba camino de ello. Pero, al final, ni lo uno ni lo otro.

Piatti, que dispuso de varias contras, fue incapaz de sentenciar el partido. Antes de la salida del argentino, Arzo, el mejor del Valladolid, casi se hace un autogol. Crusat, antes de ser sustituido, también rozó el peligro. Del Valladolid se seguía sin saber nada. Pero seguía el 0-1 y los locales no estaban dispuestos a tirar la toalla.

A falta de 20 minutos, la grada decidió intervenir en el partido. De repente, el público empezó a gritar "Haris, Haris", mientras el jugador bosnio se desesperaba calentando, como siempre. De inmediato, a Mendilibar se le encendió la bombilla y puso al 'artista' a jugar. Medunjanin salió a pedir el balón, a tenerlo, a no perderlo y a poner en la cabeza de Arzo el centro del empate. La grada había salvado un punto con su petición. Las tablas finales dejaron otra vez al Almería sin el premio gordo, pese a su buen juego. Y dejaron al presidente del Valladolid dubitativo, pensativo. Hoy lunes, en Zorrilla, se presenta a Del Horno y se decide la suerte de Mendilibar. El Valladolid, de milagro, no está en descenso, pero se desangra con unos números lamentables. Será una larga jornada que despejará la duda del futuro de un Mendilibar que está más fuera que dentro del club.

El detalle. Mendilibar fue otra vez expulsado

El entrenador del Valladolid fue expulsado del banquillo por Muñiz Fernández, en la segunda parte, tras protestar una acción sobre Diego Costa de un defensa almeriense. El técnico se quejó al final de fuera de juego en el gol visitante y de un posible penalti a Costa.