Liga BBVA | Espanyol
Rubinos aún escuece y mañana llega Turienzo
Muchos aún recuerdan aquel penalti con roja a Argensó ante el Alavés, o la expulsión de Lola en febrero de 2009 contra el Sevilla, después de haberse 'tragado' un penalti de Palop sobre Luis. El protagonista siempre fue Turienzo Álvarez, quien ante el Athletic sucederá al 'osado' Rubinos.
Cinco días después del último galimatías arbitral, el pueblo perico sigue encendido con el inexistente penalti decretado por Antonio Rubinos Pérez ante el Mallorca y que significó el gol del empate (1-1). Pero, casi sin tiempo para recobrar la moral, los pericos reciben mañana en Cornellà-El Prat, contra el Athletic, a otro árbitro de pasado tumultuoso: Javier Turienzo Álvarez.
Llama la atención que nació en Baracaldo (Vizcaya), cerca de Bilbao. Podrá arbitrar porque pertenece al colegio de Castilla y León, donde vive y trabaja como funcionario. Pero, como quiera que se le supone la profesionalidad, su origen no debería suponer un impedimento, una parcialidad, frente a los colores. De hecho, en los cuatro años y medio últimos sólo ha dirigido al Athletic en una ocasión. Resulta cuando menos curioso.
Sin embargo, alarman mucho más los sonados precedentes que muchos españolistas no logran olvidar. El primer escándalo se remonta al 11 de noviembre de 2001, cuando expulsó a Alfredo Argensó en Vitoria, cuando fue el portero quien recibió el empujón de Óscar Téllez y no al revés: ganaba el Espanyol 0-1 al Alavés, pitó penalti en esa acción, empataron los locales y 35 minutos más tarde expulsó también rigurosamente a Ángel Morales, por lo que Martín Astudillo acabó marcando tras un desgraciado rebote, en el 93' (2-1).
El siguiente alboroto se produjo el 14 de septiembre de 2003. Empataban Espanyol y Villarreal (1-1), hasta que en el 91' señaló un inexistente penalti de Pierre Wome sobre Juliano Belletti, que transformó Román Riquelme en el gol de la victoria amarilla. Dani Sánchez Llibre explotó en aquella ocasión: "Parece que quiera quitarnos puntos. Haremos un escrito a la Federación para que no nos pite más". Y Alberto Lopo pidió irónicamente al club que fichase a Turienzo.
El último abuso llegó el pasado 15 de febrero, cuando con el 0-0 ante el Sevilla expulsó a Lola Smiljanic, poco después de haberse tragado un penalti de Andrés Palop sobre Luis García. Aprovechó el Sevilla para marcar dos goles y la grada de Montjuïc gritó "¡Manos arriba, esto es un atraco!". El Espanyol se puso colista debido a aquel 0-2, antes eso sí del derbi en el Camp Nou...