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Liga BBVA | Valladolid 0 - Atlético 4

El Atlético toma oxígeno en Pucela

Los hombres de Quique ganaron al Valladolid con autoridad. Jurado y Forlán marcaron en la primera mitad. Tras el descanso, Reyes y Agüero completaron la goleada. Iturralde no señaló un penalti de Valera a Marcos en el tramo final del choque.

ABEL ROMERA
Actualizado a
<b>SOLVENCIA.</b> El Atlético pasó por encima del Valladolid y no dio opción al conjunto de Mendilibar.
SOLVENCIA. El Atlético pasó por encima del Valladolid y no dio opción al conjunto de Mendilibar.Pepe Andrés

El Atlético de Madrid ganó con autoridad al Valladolid en el estadio José Zorrila de la capital pucelana. El conjunto local se mostró cómodo sobre el césped en el primer tramo del partido, pero el dominio de los de Mendilibar se acabó con un contragolpe colchonero que acabó significando el primer tanto del partido, obra de Jurado. Una buena jugada individual de Forlán sirvió al uruguayo para lograr aumentar la ventaja de los de Quique con un disparo cruzado que se coló por el palo derecho de Justo Villar. Al cuarto de hora de la segunda mitad, Reyes sentenció con un golazo desde fuera del área tras una dejada de Forlán. En el último suspiro del encuentro, Agüero consiguió el cuarto gol visitante certificando la goleada. Iturralde no señaló un penalti de Valera sobre Marcos en la recta final.

Un Atlético revuelto llegó a Valladolid con el objetivo de obtener una victoria que le otorgase un balón de oxígeno en la clasificación y que calmase los ánimos en el vestuario rojiblanco. Quique no fue fiel a lo que ensayó durante toda la semana y Forlán y Simao fueron titulares. El once inicial del conjunto madrileño fue el formado por Asenjo, Valera, Perea, Domínguez, Antonio López, Reyes, Assunçao, Jurado, Raúl García, Simao y Forlán. Agüero, que volvía tras un mes sin jugar, se tuvo que conformar con la suplencia. El mal partido de Juanito en Huelva provocó que Domínguez volviese al centro de la defensa junto a Perea. Enfrente, un Valladolid que también sufre en la clasificación y que sólo había sumado una victoria en las ocho jornadas anteriores. Con las bajas de Manucho, Arzo, Álvaro Rubio y Sisi, las esperanzas pucelanas estaban puestas en Diego Costa, que se enfrentaba al que será su equipo la próxima temporada.

Tras un primer intento fallido del Atlético de acercarse a la portería de Justo Villar, el conjunto colchonero no tardó en evidenciar uno de sus lastres de esta temporada, la debilidad defensiva. El primer saque de esquina del conjunto local sirvió a Nivaldo para rematar de cabeza sin oposición alguna de los zagueros rojiblancos. La acumulación de jugadores en el centro del campo por parte del Valladolid y la actitud con la que los visitantes saltaron al césped convirtió el primer tramo del choque en un partido muy físico y de mucho contacto. Pasaban los minutos y el conjunto de Mendilibar se mostraba cómodo con el balón. Aún así, el dominio local quedó sin efecto al cuarto de hora de partido tras una buena combinación de los de Quique, que sirvió para que Reyes asistiera a Jurado y lograse su cuarto gol liguero con una magnífica definición desde dentro del área.

Tras el tanto, ambos equipos se tomaron un respiro imprimiendo falta de ritmo a un partido que carecía de dominador. Ninguno de los dos equipos generaba ocasiones claras de gol y el juego se concentró en la zona ancha del campo convirtiéndose en un fútbol cada vez más tosco y más falto de continuidad. El Atlético se vio obligado a echar mano de un nuevo contragolpe para poner más tierra de por medio con el segundo gol del partido, logrado por Forlán. El uruguayo logró su sexto gol en Liga tras una buena jugada en la que él sólo se bastó para deshacerse de Nivaldo y cruzar al palo derecho de Justo Villar de forma inapelable. Tras el segundo golpe rojiblanco, Mendilibar introdujo el primer cambio del partido dando entrada a Marcos en lugar de Nauzet con apenas media de hora de juego transcurrida. El Valladolid acusó anímicamente los tantos recibidos y llegó al descanso dando muestras evidentes de desesperanza.

En la reanudación, las intenciones de uno y otro equipo estaban claras. Los locales debían buscar un gol que les volviera a meter en el partido, mientras que los visitantes tenían todo a su favor y tan sólo les quedaba sentenciar a la contra. Reyes fue el primero en intentarlo en el segundo acto con un remate desde dentro del área que se fue desviado. En tan sólo cuatro minutos se precipitaron los acontecimientos en Zorrilla. Primero fue el Valladolid el que gozó de una clara ocasión por medio de Canobbio que se fue por poco. Acto seguido, Asenjo dio el susto de la tarde al lastimarse solo su pierna izquierda, los gestos de dolor del guardameta rojiblanco hicieron saltar las alarmas en el banquillo de Quique, que mandó a calentar a De Gea. Finalmente, se quedó sólo en eso, en un susto y pudo continuar. Tras ser atendido se reanudó el juego y llegó la sentencia del partido con la firma de Reyes. El jugador andaluz aprovechó una buena dejada de Forlán para marcar un golazo desde fuera del área con un zurdazo que sorprendió a Justo Villar.

A falta de veinte minutos para el final, Quique decidió dar entrada a Agüero en lugar de Forlán, que se retiró del césped con el trabajo hecho. La jugada polémica del partido coincidió con la entrada del jugador argentino al terreno de juego. Valera derribó a Marcos dentro del área de Asenjo en un claro penalti que Iturralde no señaló y que crispó los ánimos de la afición local. El cuarto gol visitante, obra de Agüero quedó en simple anecdota y sólo sirvió para certificar la goleada. El Valladolid acabó pagando su precipitación. Los de Mendilibar buscaron una y otra vez rápidamente a un Diego Costa muy vigilado por la defensa rival, lo que provocó que las ocasiones locales brillasen por su ausencia en la recta final del choque y el contundente resultado de cero a cuatro fuese definitivo. El Atlético suma su quinta victoria en Liga y tendrá una semana mucho más tranquila que la vivida desde la dolorosa derrota copera en Huelva.