Se acaba el 2009, un año bueno para la Selección, y llega el 2010, que puede ser un año aún mejor. Por eso el esmoquin y el champán. Si no fardamos ahora...

El balance del año es positivo. La Selección completó con éxito la clasificación para el Mundial y llegamos a Suráfrica con toda la ilusión, pero también con cautela. En cuanto al fútbol español, la cosecha ha sido excelente. Lo que ha hecho el Barça marcará época. Seis títulos son una hazaña casi irrepetible.

¿Son comparables los seis títulos del Barça con las seis copas de Europa de Gento?

Bueno, si queremos jugar con el número seis... La verdad que las seis copas de Europa de Gento también son una hazaña. Algo que igualmente será difícil que vuelva a suceder.

En su etapa como seleccionador ya ha hecho debutar a once jugadores...

La Eurocopa marcó un camino y he procurado no salirme de ese trazo. Pero el inmovilismo es malo. Hay que irse renovando, buscando nuevas soluciones. Lo más difícil es decirle a un jugador que su momento ha llegado. Pero, en las actuales circunstancias de la Selección, cualquiera que hubiera sido el seleccionador hubiera hecho lo mismo o algo muy parecido a lo que he hecho yo.

No me refería tanto a las ausencias como a las presencias. Preguntaba por los nuevos. Por los Piqué y compañía.

En la Selección se repiten con las situaciones que se dan en los clubes. Al fin y al cabo, la Selección debe ser un reflejo de los equipos. Cuando todo marcha bien es más fácil dar entrada a gente nueva, a los jóvenes. Llamé a Busquets cuando casi ni era titular en el Barça, y a Piqué lo mismo. Mata no estaba consolidado en el Valencia cuando vino... pero todos encajaron a la perfección. La Selección les hizo un bien y ellos se lo hicieron a la Selección. Y así todos.

¿Cree que los debates sobre el juego de la Selección, sobre su sistema, incluso sobre algún jugador en concreto han sido beneficiosos?

Sinceramente creo que sí. En lo fundamental, en los grandes conceptos, estamos todos de acuerdo. Y los jugadores los han asimilado. La mejora vendrá a través de los detalles, y esos debates han ayudado a pulir algunos.

¿Qué partido le ha dejado más satisfecho en 2009?

Me cuesta elegir uno sólo. Me quedo con los dos encuentros de clasificación que jugamos contra Bélgica. Tanto en Bruselas como en A Coruña la Selección estuvo a un gran nivel, y además sacamos buenas conclusiones. Del primero, la autoridad de la Selección ante un rival joven, correoso y con buenos jugadores. Del de Riazor, la variación táctica con Villa saliendo desde la banda izquierda. Tampoco me quiero olvidar del triunfo ante Turquía en Estambul, en el que prácticamente cerramos la clasificación. Lo peor, la derrota ante Estados Unidos en la Confecup. Pero de eso también aprendimos.

¿Qué lección se sacó?

Que en las eliminatorias, como lo será el Mundial a partir de la fase de grupos, no se puede cometer ningún error. Ninguno. Cuando llegan esos partidos todo influye. Es necesario tener un buen día, que el balón no pegue en el poste, que el árbitro no se equivoque... me refiero a que no sólo basta con jugar bien, sino que el factor suerte también influye. En los partidos de la fase de grupos nos vamos a encontrar con Suiza, Honduras y Chile. No son rivales menores, como no lo era Estados Unidos. Que no sean tan conocidos por el gran público como otras selecciones no les hace inferiores a nadie. Hace bien poco el Barcelona jugó la final del Mundialito contra el Estudiantes, en el que sólo un jugador, Verón, es famoso para los aficionados... Pero el Barça empató ese partido en el minuto 89. Sufrió mucho. Esa lección hay que llevarla preparada al Mundial.

¿No basta con ser campeones de Europa, verdad?

Pues no. En el deporte sólo se puede recordar el pasado cuando ya te has retirado. Lo cierto es que España irá al Mundial con unos cimientos firmes, con una base sólida. No quiero ser yo el que frene la euforia de la gente. Tenemos que llegar a Suráfrica con confianza e ilusión, pero también con cautela.

¿Lo saben los jugadores?

Ellos tienen buena cabeza. Están con la ilusión intacta porque tienen por delante el reto de ganar un Mundial. Han sido campeones de Europa, de Liga... han ganado la Eurocopa. Sólo les falta el broche del Mundial. Pero son cautos y sensatos. Son los primeros que saben que no será nada fácil. Saben que el mismo deseo que tienen ellos es el que tienen los jugadores de la mitad de las selecciones que vamos a competir en Suráfrica.

¿Tantos aspirantes hay para el Mundial?

Al menos la mitad de las selecciones albergan alguna esperanza de ganar el título. Unos más y otros menos, pero la mitad de las que van tienen opciones.

¿Habrá pues muchas sorpresas?

Más de una y de dos, eso seguro. Será emocionante.

¿Le preocupa no tener suficiente tiempo para preparar el Mundial? Mire, por ejemplo: Bielsa, seleccionador de Chile, uno de nuestros rivales en Suráfrica, ha citado a los internacionales que juegan en el país para una concentración de diez días que se inicia mañana, día 1. Javier Aguirre, en México, ha anunciado que piensa hacer algo parecido... Mientras, España no jugará hasta marzo y sólo disputará tres o cuatro amistosos antes del Mundial. ¿Damos demasiadas ventajas?

Eso que hacen en América es imposible repetirlo en Europa. Ya me gustaría..., pero somos prisioneros del calendario. Allí la competición tiene otro formato y permite un mayor espacio a la selección. Es cierto que en Suramérica le prestan más atención a sus selecciones, pero no quiero que esto se entienda como una queja. Nuestras circunstancias son otras y tenemos que adaptarnos. Tendremos tiempo para preparar bien a la Selección en los días finales de mayo y en los primeros de junio. Lo que tenemos que hacer es aprovechar bien cada espacio que nos conceda la competición de clubes. Tenemos que hilar fino y bien.

¿También habrá sorpresas en su lista final de convocados?

La lista está hilvanada. Digamos que hay dos grupos. Uno que forman la base estable y otro, más pequeño, en el que aún puede haber variaciones. Es un bendito problema que ya resolveré en su momento. Puede que al final tenga que tomar alguna decisión dolorosa, pero yo mismo me quedé sin jugar el Mundial de Argentina-78 porque así lo decidió el entonces seleccionador, Kubala, de quien, por cierto, guardo buen recuerdo.

Tiene tiempo para pensarlo. Exactamente 161 días, que son los que faltan para que comience el Mundial.

Eso es. Al final, la Liga y la Champions pondrán a cada jugador en su sitio.

En el caso de los delanteros hay un dato objetivo para medir su eficiencia: los goles.

Todos están cumpliendo. Villa es el máximo goleador de la Liga. Torres y Güiza han vuelto a encontrar puerta. Negredo y Llorente también están en buen momento. Además hay otros arietes, como Soldado que es el segundo máximo goleador nacional, o Aduriz, que es tercero. Es muy bueno que tengamos alternativas..

Hay algunos jugadores de la Selección que están cerca de los cien partidos. Casillas lo logró hace bien poco, pero asoman Xavi, Puyol y Torres, entre otros...

Muchos de los jugadores de esta Selección alcanzarán los cien partidos con España. Hasta hace no mucho esto sólo sucedía con los jugadores de baloncesto, pero ya ha empezado a pasar con los de fútbol y estoy seguro que se repetirá el caso de Iker. Es una buena noticia para la Selección, porque trasmite confianza y continuidad, pero también tenemos que estar preparados para la regeneración cuando llegue el momento.

Ahora es tiempo de ilusión. Pida un deseo.

Más que pedirlo, quiero compartirlo: ¡Feliz Mundial 2010 para toda España!