"Demasiada gente está privada de la felicidad del fútbol"

Christian Michelis

"Demasiada gente está privada de la felicidad del fútbol"

¿Por qué decidieron fundar la Non-FIFA Board?

Demasiadas federaciones se encontraban fuera de los organismos internacionales. Algunos tenían la tentación cada vez más fuerte de entrar en guerra con FIFA, pero nosotros preferimos seducir a la batalla y por eso creamos la organización. La FIFA, al enterarse, quiso negociar con nosotros para que no creáramos la N. F. Board.

Como presidente de la Non-FIFA Board, ¿cuál es su relación con la FIFA?

Respetuosa. No somos ni rebeldes, ni piratas, ni inconformistas. Simplemente, colmamos un inmenso vacío para los que no pueden afiliarse a esas instituciones sin que se hable de política o religión. Así pudimos tranquilizar a FIFA.

¿Cuáles son las razones por las que la FIFA acepta o rechaza a una federación?

La FIFA es libre aceptar a quien quiera, pero también está a cargo de desarrollar el fútbol mundial. Y aunque lo haga muy generosamente para con sus miembros, lamentamos la existencia del concepto de "partidos prohibidos" en sus estatutos. Todas las federaciones deben poder presentar equipos representativos; la elección de jugar amistosos entre esas federaciones sólo debería emanar de ellas mismas. Para las competiciones, naturalmente, es otra cosa. Vamos a acercarnos a la FIFA para intentar cambiar este punto. Queremos desempeñar al máximo nuestro papel de sala de espera antes de entrar a la FIFA. Demasiadas víctimas de conflictos, además de sufrir estos desastres, están privadas de la felicidad de jugar al fútbol o del contacto con otros pueblos.

Entre sus miembros están las federaciones de Mónaco o Kiribati, países reconocidos por la ONU. Pero también hay excentricidades como Sealand u Occitania. ¿No creen que les resta credibilidad?

Sealand es un caso muy particular y ningún juzgado ha podido impugnar su existencia: no vamos a ser nosotros los primeros. ¿Occitania? La cultura occitana, su lengua, aportan tanto a la N.F. Board como Escocia al Seis Naciones. No somos revolucionarios que quieran romperlo todo, queremos la paz, jugar un fútbol de todos los colores, con todas las músicas.