Ya han pasado 27 días desde que Guti sufrió la lesión en el cuádriceps de su pierna izquierda. El canterano sigue fuera de toda actividad con el equipo y ayer ni siquiera salió, como es costumbre en los lesionados, a escuchar la charla de Pellegrini (al contrario que Kaká). El Madrid no confirmó si llegó tarde o no. Sólo que asistió a Valdebebas.

La absorción de este tipo de hematomas en deportistas de élite tarda dos o tres semanas. Guti va para cuatro y ya no se le espera hasta el año que viene. En el club se cuestionan que se esté cuidando como requiere la situación, con reposo en las horas en las que no está siendo tratado o entrenándose en el gimnasio (él mismo podría acelerar el proceso si se tratara por la tarde en casa para que el hematoma drenase mejor).

La lesión. El golpe con Higuaín que motivó que se lesionase en un entrenamiento fue muy fuerte. Tanto, que Guti tuvo que ser retirado en camilla del campo de Valdebebas. A lo largo de los días siguientes, la inflamación ("esa pierna era casi el doble que la otra", aseguran desde dentro del vestuario) hizo pensar en una intervención de urgencia para retirar la sangre del músculo. Pero no hizo falta.

Fue hace una semana cuando, ante la persistencia del hematoma, se le pinchó para retirarle dos centímetros cúbicos de sangre encapsulada. "El hematoma es ahora de cuatro centímetros de longitud y 0,3 de ancho", aseguraron los servicios médicos en un parte fechado el 11 de diciembre.

El cuerpo médico del Madrid le hará unas recomendaciones para que las siga durante las vacaciones. Se espera que esté listo a la vuelta al trabajo el día 28.