Asedio sin premio

Europa League | Villarreal 0 - Salzburgo 1

Asedio sin premio

Asedio sin premio

ángel sánchez / pau bellido

El Submarino no pudo contra un Salzburgo de diez

Aunque el Villarreal puede cruzarse hoy en dieciseisavos de final con la Juventus, Roma o Werder Bremen, los amarillos casi deben dar gracias a no tener que verse las caras, de momento, con el Salzburgo. Porque el conjunto austríaco confirmó anoche, sin sus dos estrellas (Tchoyi y Janko), que es el mejor equipo de esta Europa League ya que ha solventado las seis jornadas de la liguilla con victoria. Aunque la cita de ayer era un mero trámite, ya que los dos equipos se presentaban con los deberes hechos, los de Stevens aprovecharon su opción a la contra para sorprender a un Submarino, plagado de los menos habituales, que lo intentó hasta el final, pero que no encontró el premio que merecía. Un pequeño frenazo a la buena racha que llevaba y adiós a los 120.000 euros con los que la UEFA premiaba la victoria.

El partido se le puso cuesta arriba al Villarreal a las primeras de cambio. Exactamente, a los siete minutos. Fue en una rápida acción que culminó Svento con clase ante la salida de Oliva. Un serio revés para los amarillos, a los que les tocó engancharse. Como se esperaba, Valverde apostó de inicio por algunos de los menos habituales con el objetivo de que alguno de ellos se reivindicara. El que más lo aprovechó fue Damián Escudero. El argentino se estaba ganando a pulso un protagonismo que reclama cada vez que tiene minutos. Anoche, llevó el peso del juego ofensivo local, desequilibró por banda y hasta estrelló un saque de córner en el larguero.

Del resto, Jonathan Pereira le puso muchas ganas, aunque le acabó pasando factura su ansiedad por hacerlo bien; mientras que Llorente y Nilmar trabajaron sin mucho éxito, a pesar de alguna buena ocasión. Peor le fue a Gonzalo Rodríguez, otro de los que quería reivindicarse en una temporada marcada por las expulsiones. Pero, de nuevo, al argentino le tocó abandonar el campo antes de tiempo. Aunque, en esta ocasión, fue por una lesión.

Con ese 0-1, el Salzburgo se encontró especialmente cómodo. Se echó atrás y no pasó apuros para contener a los amarillos. Con cinco atrás y Afolabi y Sekagya cortando cualquier balón que aparecía por el área, los de Stevens se confirmaban como el mejor equipo de esta Europa League. El dominio del Villarreal no se traducía en oportunidades y el primer acto se fue consumiendo sin grandes sobresaltos.

Mejoró el Submarino en la reanudación. No había nada en juego, pero para la confianza local era mejor hacerse con una nueva victoria. Ésta no llegó, pero la imagen que ofreció el equipo en el segundo tiempo fue mucho más positiva. Siempre desde las botas de Escudero, el Villarreal empezó a acercarse con mayor frecuencia al área austriaca. Nilmar estuvo más participativo y Valverde dejó claro que para él no era un partido más. Dio entrada a Rossi, que también tuvo un par de buenos disparos para firmar el empate. Pero el gol no llegó y el Salzburgo se acabó encontrando con una victoria que no mereció, pero con la que culmina su pleno en Europa.