El Villarreal tampoco pudo frenar al Salzburgo, que se impuso gracias al temprano gol del eslovaco Dusan Svento y cierra la fase de grupos de forma inmaculada, con seis victorias.

Un error defensivo y la falta de acierto de los castellonenses en los últimos metros fueron decisivos en un partido en el que, con el primer y segundo puestos asegurados, sólo se jugaban el premio económico.

Esto, unido a la poca afluencia de público, las bajas temperaturas y la presencia de futbolistas no habituales en ambas escuadras, apuntaba a un encuentro de mero trámite.

Aunque desde el bando local la motivación de demostrar ser superiores al Salzburgo con los no habituales, podía darle aliciente al encuentro.

Una esperanza que se desvaneció rápidamente, ya que a los siete minutos y en la primera llegada visitante, el Salzburgo conseguía abrir el marcador, con un gol que dejó todavía más helados tanto a la grada como a los pupilos de Ernesto Valverde.

Un gol que llegó en un balón largo que superaba por arriba a los defensas del Villarreal y que dejaba solo a Svento frente al meta Oliva. Un regalo que un equipo acostumbrado a jugar a la contra y a esperar estas opciones, no quiso desaprovechar.

Con ello y a pesar de que el Villarreal lo intentaba y lo buscaba con la posesión y el manejo de la pelota, este era demasiado lento y previsible. Lo que facilitaba el trabajo defensivo del Salzburgo y que además propiciaba las salidas al contragolpe.

Tan sólo el brasileño Nilmar y el argentino Damián Escudero de manera individual rompían un poco el guión de un partido que como el tiempo estaba muy frío.

Fruto de esas jugadas y del arreón de la recta final, se generaron las pocas ocasiones del Villarreal, que se redujeron a una clara de Joseba Llorente, a la media hora, en la que no pudo superar al portero en un balón dividido, y un disparo con intención de Nilmar y poco más.

En el segundo tiempo el Villarreal salió a calentar el partido y a su público, con un fútbol más rápido, más agresivo buscando la portería contraria, lo que propició que las llegadas de los castellonenses se repitieran con más asiduidad.

A pesar del dominio, las ocasiones no eran claras y además el equipo austríaco encontraba facilidades para salir a la contra. Ambos equipos intercambiaron llegadas en el primer cuarto de hora de la segunda parte.

Un intercambio que era vistoso pero que no generaba ocasiones de gol claras ni en una, ni en otra portería. Tan sólo, pasada la hora de juego, Escudero envió un balón al travesaño de corner directo.

A pesar de encerrar a su rival y de buscarlo de todas las maneras posibles, los de Valverde no lograron perforar la portería de Gustafsson. Así con una defensa ordenada, un contragolpe peligroso y mucha disciplina, el Salzburgo celebró en Villarreal una clasificación inmaculada e histórica.