Si se trata de un vuelo especial desde España, puede estudiarse que viaje directo a Abu Dhabi, pero lo establecido es hacer escala en Estambul". Cualquier operador de Turkish Airlines (patrocinador del Barça) le contestará así si usted pregunta sobre esta posibilidad. Pero con tiempo. Cuando el club azulgrana se movilizó para evitar la escala en la capital turca camino del Mundialito era tarde: lo hizo el pasado viernes y su viaje estaba programado para la mañana del domingo.

El viernes, en efecto, el presidente Laporta llamó nada menos que a La Moncloa para pedir al presidente Zapatero (el mismo del que dijo se arrepintió de entregarle la Champions ganada en París al Arsenal en 2006) que intercediera ante las autoridades turcas y de Aviación Civil española para conseguir que el vuelo del equipo se ahorrara la parada en Estambul, explicó el domingo José Ramón de la Morena en El Larguero de la Cadena SER.

La Moncloa le dirigió a Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, y éste se puso en contacto rápidamente con Aviación Civil, quien le explicó que si el vuelo se efectúa con una compañía que no es del país de origen ni del de destino (en este caso española o de Abu Dhabi), debe hacer una escala según la normativa europea.

Además, el tiempo jugaba en contra de los deseos del Barça: un viernes por la tarde es imposible dar con las personas que podrían hacer una excepción, que es lo que pretendía Laporta. Personas turcas y de la organización aérea europea, naturalmente, al más alto nivel. Que las autoridades españolas se movieron es un hecho irrefutable; que el Barça se despertó tarde, también.