"No estoy con Pellegrini: el Barça juega muy bien"

Velázquez

"No estoy con Pellegrini: el Barça juega muy bien"

"No estoy con Pellegrini: el Barça juega muy bien"

chema díaz

Pellegrini lanzó en 'El Larguero' una reflexión sin desperdicio: "Si jugamos al estilo del Barça, el Bernabéu nos pitaría". AS ha querido pulsar la opinión de Velázquez, futbolista elegante que sufrió las exigencias de la afición blanca...

Pellegrini ha dicho que si el Madrid jugara al estilo del Barça, a los diez minutos tenía la pitada del Bernabéu.

Estoy en desacuerdo porque el Barcelona juega muy bien, No pierde el tiempo, en cuatro pases llega, tiene un fútbol fluido, no se pierde en toques. Quizá lo diga porque históricamente el público de Chamartín ha sido y es muy exigente.

Ahí quería llegar yo.

Y tampoco es muy paciente. Mire en nuestra época, la gente que iba al estadio nos decía que los Ye yés éramos distintos, pero nunca llegábamos a lo que habían vivido con las cinco Copas de Europa seguidas, con Puskas, Rial, Gento, Di Stéfano... Venían de ver un equipo único, por el que apostaban que siempre golearía. Eso dejó huella y nosotros fuimos los primeros en pagar las consecuencias. Y eso se ha ido transmitiendo de generación en generación. Quizá por eso Pellegrini dijo eso...

¿Y usted fue el centro de todas las críticas en su época?

Bueno, ellos no querían ver a un equipo que jugara con taconcitos, que fueran 'finolis', querían vernos sudar la camiseta. Era una exigencia. El escudo servía para pelear y no bajar los brazos nunca. Quizá nuestro fútbol no era tan bonito y efectivo, pero peleamos y plantábamos cara a cualquiera. De hecho ganamos una Copa de Europa. Lo malo es que no hacíamos que olvidaran el pasado. No les satisfacíamos y siempre nos comparaban.

¿Se sentía un jugador incomprendido?

Yo sé que fui muy discutido. Pero ahora en las peñas me tratan con mucho cariño y, con los años, me reconocen mis méritos. Siempre traté de pelear al máximo. Lo pasé mal, a veces muy mal. Me exigían cosas que yo no podía dar. La afición prefería a los que daban el último pase o disparaban fuerte. Algunos me decían que era elegante. Un periodista me puso como apodo 'El cerebro'. Pues para mí fue un gracioso porque cuando no jugaba bien me decían "cerebro vacío". Yo era bueno técnicamente, pero no un cerebro.

Veo que no se le ha olvidado con el paso de los años.

Cierto. Me vi siendo el blanco de las críticas. La Prensa sí se portó bien y me elogiaba. Le contaré una anécdota con ánimo de sacar sonrisas. Nací a 300 metros del Bernabéu. Me escapaba a ver entrenamientos y para mí fue increíble jugar con Gento. Yo me decía: "Voy a tener una bicoca con él, le doy un pase largo, que corra y metemos gol seguro". Hasta que un día me dijo: "Oye, chaval, a ver si me juegas al pie porque yo quiero hacer mis jugaditas. Y además no me des los pases con desprecio". Lo decía porque yo tenía una lesión en el tobillo derecho, daba con el exterior del izquierdo y el balón salía curvo, no recto.

¿En algún momento le costó salir al Bernabéu?

Hubo momentos que sí. No teníamos una buena preparación física, nacimos en la posguerra y la alimentación no fue buena. La gente nos decía que menos chorradas y a jugar...

¿Sigue resentido?

Para nada. Con el tiempo sentí su cariño. Me exigían, pero era equivalente a la autocrítica que teníamos nosotros. Hacíamos lo que podíamos y no me gustaba que se pusiera en duda nuestro interés. Por eso a Pellegrini se le pide que jueguen de cine, pero no con arabescos o de salón. Lo que más gusta a la afición es que se sude la camiseta.