La cruz de la defensa colchonera

La cruz de la defensa colchonera

La defensa colchonera es una auténtica penitencia. Perea se lleva los pitos, ya que sus errores son reiterativos, pero lo del resto: Valera, Juanito y Ujfalusi es para que se lo hagan mirar. Incluso Asenjo que tuvo una actuación milagrosa en los primeros veinte minutos, también colaboró en el empate de Fuster. El Calderón ya está hasta el gorro de fallos imperdonables. El Villarreal fue dueño y señor del partido, aunque por esos misterios que tiene este deporte se fueron al descanso en desventaja por el tanto de Simao. Quique debe olvidar de sus discursos salvadores y asumir que es urgente la llegada de al menos dos defensas que consigan dar estabilidad a un bloque está desquiciado y no tiene confianza en nada de lo que hace. Sabe que cuando el rival llega a su retaguardia el único recurso que les queda es el de empezar a rezar. Es imposible hacer tanto el don Tancredo como hace la retaguardia madrileña. El trabajo de los delanteros, y en especial ayer las asistencias de Reyes, se vienen abajo.

Al final nueva derrota por otra torpeza defensiva y eso que Valverde hizo cambios para aguantar el punto. El colmo del gafe atlético fue la salida en camilla de un Reyes inspirado, todo lo contrario de Forlán,que sigue sin encontrar el sendero del año pasado. Cerezo tiene que ser firme y traer algo para arreglar el despropósito que tiene en su parte trasera. La mayoría son peloteros que a duras penas podrían estar en Segunda. Tampoco me olvido del ataque. Sin el Kun este equipo está herido de muerte y en cuanto se recupere Borja debe estar en la primera plantilla. Este Atlético está al filo de caer en el abismo y hay que aplicar mano dura. La defensa actual es de descenso asegurado.