El partido de ayer fue un reflejo fiel de por qué Cádiz y Las Palmas conviven en la zona peligrosa de la tabla. La falta de definición es un lastre y los errores puntuales de las defensas ocasionan siempre peligros injustificados. Al menos, el equipo de Javi Gracia logró romper la terrible racha de nueve jornadas consecutivas encajando al menos un gol. Ayer, Casilla no tuvo que recoger ni un sólo balón de su portería. Una buena noticia, sin duda. Y eso que el Submarino Amarillo terminó jugando con diez jugadores durante 24 minutos por la justa expulsión de Nano.
Pero este soplo de aire esconde otras consideraciones. El reparto de puntos se puede considerar justo, aunque tuvo mucha fortuna Kresic para atar un punto en el Ramón de Carranza, que le da algo de vida aunque no la paz absoluta. Hubo un periodo para cada equipo. El Cádiz dominó en la primera mitad, donde tuvo las ocasiones más claras de todo el partido, mientras que la segunda fue para el equipo canario que, sin embargo, no fue capaz de inquietar con demasiado peligro la portería contraria.
El hombre del partido fue Ogbeche. El nigeriano se vació en la primera mitad. Fue capaz de bailarle a los centrales del equipo insular, hasta el punto de provocar dos ocasiones de gol muy claras que fueron atajadas en la misma boca de gol. En la primera cabeceó un saque de esquina certeramente, pero el balón tropezó entre un compañero, López Silva, y Assmann. Pocos minutos después, el africano aprovechó un balón muerto para disparar con el portero ya batido, pero el balón lo sacó Jorge, que ayer firmó un partido bastante bueno, en la misma línea de gol. El conjunto de Kresic apenas disparó a puerta en todo el primer acto, pero reservaba su dinamita para intentar irse al descanso con el marcador a favor. Armiche intentó sorprender a Casilla desde lejos y con un disparo potentísimo obligó a que el meta cedido por el Espanyol se luciera.
El conjunto de Kresic cambió su cara en la segunda mitad. Salió con mucha más posesión de balón, intentando aprovechar las entradas por las bandas de Armiche y Cejudo. Hasta encontró allanado el camino con la expulsión justa de Nano. Sin embargo, apenas inquietó la portería cadista. Los de Javi Gracia intentaron salir a la contra, pero con escasa fortuna. Diego Tristán, antes de ser sustituido, tuvo el gol en sus botas tras lanzar una falta directa que se fue lamiendo la escuadra. Pero no era el día de los delanteros en este partido. Márquez sigue peleado con el gol, y Guayre, aunque lo intentó, no encontró premio a su movilidad. La situación de los dos equipos sigue siendo preocupante. Las Palmas está a dos puntos del descenso y el Cádiz a sólo uno.
