No es un pájaro, no es un avión es... Cristiano Ronaldo. Sin ojos de lince se percibe en el delantero portugués a un futbolista rápido, rapidísimo, que hace de la velocidad su mejor arma a la hora de superar a los rivales y llegar a la meta contraria. Pero estos indicios se han convertido en prueba gracias a un estudio, avalado por el semanario alemán Der Spiegel, que señala al crack del Real Madrid como el jugador de elite más veloz del mundo, capaz de alcanzar, con tacos, sobre un césped y rodeado de defensas, los 33,6 kilómetros por hora.
La investigación analiza a los jugadores de los mejores clubes del continente y refleja el momento más rápido en las carreras que se producen hacia el balón. Entre los cinco primeros sólo aparecen atacantes. Muy meritorio para Cristiano resulta superar la velocidad media de Robben (32,9 km/h), pues el holandés, en su adolescencia, llegó a competir como velocista en 100 metros lisos. Los ingleses Walcott (32,7) y Rooney (32,6) y el también tulipán Robin van Persie (32,1) persiguen asimismo al jugador portugués del Madrid. Messi no aparece entre los cinco primeros: en una carrera, Cristiano Ronaldo le sacaría al barcelonista varios metros de ventaja.
Liga inglesa.
Análisis extraoficiales de la Premier League insinúan que el ahora crack blanco se ha mostrado capaz de correr incluso más rápido cuando se pone la pelota en largo y tiene que atraparla antes que su defensor. El balón le hace de galgo en carrera, de referencia. Así lo ha corroborado Sir Alex Ferguson, técnico que desarrolló en el Manchester United algunas de sus mejores cualidades: "Estoy seguro de que Cristiano es tan rápido sin la pelota como con ella. O quizá sea mucho más".
Los tiempos recogidos podrían superarse si Cristiano se sigue entrenando al lado de su amigo Usain Bolt, del que recibió algunos consejos para correr de forma más adecuada y aumentar su velocidad. "El centro de gravedad tiene que ser distinto, se lo he dicho a Cristiano", dijo el récordman mundial de los 100 y 200 metros lisos. El astro luso no tiene límites.
