Cristiano vio repetido el partido y apenas durmió

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Cristiano vio repetido el partido y apenas durmió

Cristiano vio repetido el partido y apenas durmió

Tan sólo unos segundos después de ser expulsado, Cristiano ya estaba arrepentido de lo que había hecho. Su patada a Ortiz le puso en el ojo del huracán y eclipsó su gran actuación ante el Almería. Pidió perdón a sus compañeros, pero se pasó casi toda la noche sin poder pegar ojo.

El 6 de diciembre de 2008 fue uno de los días más felices en la carrera de Cristiano Ronaldo. Al día siguiente, recibía el Balón de Oro. Desde entonces ha pasado un año y el delantero portugués recordará el 5 de diciembre de 2009 como la fecha en la que sufrió su primera expulsión en España. El luso pidió perdón a sus compañeros al entrar en el vestuario y posteriormente al madridismo. El mejor jugador del mundo en 2008 sabe que actuó mal y está arrepentido. Sin embargo, el disgusto con el que se fue a casa no le permitió conciliar el sueño hasta altas horas de la madrugada.

Apenas cenó y se puso a ver repetido el partido. Cristiano quiso analizar con tranquilidad los errores que había cometido. No es la primera vez que el portugués ve por la noche el encuentro disputado horas antes. De hecho, durante su etapa en el Manchester United veía por televisión casi todos los partidos que jugaba para corregir sus fallos. Ayer lo volvió a hacer.

Alrededor de las tres de la madrugada se acostó, pero apenas pegó ojo, dándole vueltas a la cabeza a la expulsión y a las consecuencias que tendrá la patada a Ortiz. Tras ser informado por su entorno de que la roja que le mostró Estrada Fernández, al ser por doble amarilla sólo le iba a suponer un partido de sanción, se quedó un poco más tranquilo.

Muy serio.

Ayer por la mañana Cristiano seguía sufriendo las secuelas de lo acontecido la noche del pasado sábado. Ojeó la Prensa para comprobar cómo reflejaban los medios de comunicación su expulsión. Tras saciar su curiosidad, fue el primer futbolista en saltar al césped de Valdebebas. Su habitual sonrisa y sus ganas de bromas se transformaron ayer en un rostro serio y triste. Ni las bromas de Pepe ni los ánimos de Kaká consiguieron que Cristiano esbozara una sonrisa.

El portugués sufrió el sábado la quinta expulsión de toda su carrera. Las cuatro anteriores fueron defendiendo la camiseta del United y la mayoría, como ante el Almería, mediando provocación previa.