El Athletic sorteó con enorme elegancia las múltiples pegas que encontró en el Franz Horr Stadion para obtener un triunfo concluyente sobre un Austria que ayer escribió otra página plena de incidentes en la historia internacional del club rojiblanco.

La suspensión de un lustro atrás en el Prater, con el hielo como factor determinante, tuvo anoche una inesperada prolongación en la bombonera escogida en esta ocasión para el partido. Los ultras locales, que ya mostraron una actitud provocadora en la ida de San Mamés, se superaron ampliamente logrando que el partido fuese interrumpido en dos ocasiones. Ayer, además, se dio la desafortunada casualidad de que en Viena se celebraba una convención de ultras de diferentes países y muchos acudieron al partido. La segunda interrupción fue por espacio de casi media hora a raíz de que San José estableciese el 0-2.

Los ultras encendieron bengalas hasta hacer imposible la visibilidad, arrojaron objetos de todo tipo, faltaron a coro al Athletic y a Bilbao e intentaron en varias ocasiones invadir el campo, poniendo en aprietos a la seguridad del estadio.

Después de unos minutos de desconcierto, tuvo que hacer acto de presencia un grupo de antidisturbios sobre el césped, mientras árbitros y futbolistas se refugiaban en los vestuarios. La suspensión planeó por espacio de unos minutos interminables, pero finalmente se recuperó la calma y el Athletic aún fue capaz de marcar el tercero.

En realidad, gracias al empaque y eficiencia exhibidas por los futbolistas de Caparrós, casi la mayor pega que hubo para certificar el acceso a la siguiente ronda fueron los incidentes generados en la grada.

Aferrado al guión que en la Liga ha valido para sumar seis puntos en las dos últimas salidas, el Athletic en ningún momento vio peligrar su objetivo. El tempranero gol de Llorente apagó el ímpetu del Austria y tras la interrupción, asomó su mejor versión para coleccionar un puñado de ocasiones que debió traducirse en una goleada más contundente.

El tremendo follón montado por los ultras vieneses no logró rebajar un ápice el brillo del éxito rojiblanco.

Llorente esel pichichi

Con los dos goles de ayer ante el Austria, Llorente se convierte en el pichichi de la Europa League con seis tantos, a los que habría que añadir los dos goles que marcó en la fase previa.