El técnico del Athletic de Bilbao, Joaquín Caparrós, denunció hoy, tras la victoria por 0 a 3 ante el Austria de Viena, que hacía tiempo que no veía unos incidentes tan graves en alta competición europea y subrayó que estuvo preocupado por la seguridad de sus aficionados.

"No teníamos miedo por nosotros mismos, pero sí por nuestros aficionados, por nuestra gente", indicó el técnico al finalizar un partido que se vio interrumpido en dos ocasiones por el lanzamiento de bengalas y por la invasión del terreno de juego por parte de ultras locales.

"Estamos preocupados por nuestra gente, que vienen a ver un espectáculo y a disfrutar de su equipo y sientes que pueden tener un percance gordo", resaltó Caparrós.

Sobre este antideportivo comportamiento, el técnico indicó: "Es una mala imagen para el fútbol. Los hechos que hemos vivido hace tiempo que no lo veía en el fútbol de alta competición".

"Nuestros aficionados sí que han dado un ejemplo de saber estar", indicó Caparrós, que apuntó que "la cosa ya venía calentita" al mencionar incidentes con aficionados del Athletic en el centro de la ciudad horas antes.

"El comportamientos de los profesionales del Austria ha sido perfecto, pero esto hay que cortarlo, porque los que amamos este deporte no podemos permitir esta imagen", solicitó el técnico de Utrera.

Caparrós destacó la importancia de la victoria, y más debido a que rompen una racha de 25 victorias consecutivas de los austríacos en su estadio.

"Es una victoria importantísima empañada por el comportamiento del equipo de aquí. Damos un pasito más, conseguimos un objetivo, creo que la imagen del equipo ha sido muy buena", aseguró.

Caparrós aseguró que durante la interrupción habló con sus jugadores para que mantuvieran la intensidad en la reanudación y así no dar ventaja al equipo local, que podría beneficiarse de que se rompiera el ritmo del partido.

"Los importante es disfrutar. Estamos en la siguiente ronda con los equipos importantes de Europa. Seguimos ilusionando, nuestra afición está ilusionada", concluyó.

García Macua reconoce que pasó "cierta tensión" hasta que aparecieron los antidisturbios

El presidente del Athletic Club de Bilbao, Fernando García Macua, reconoció que pasó "cierta tensión" por los incidentes que provocaron los ultras del Austria de Viena, que llegaron a invadir el terreno de juego obligando a la suspensión por cerca de media hora del encuentro correspondiente a la Europa League.

"En el palco hubo un momento de cierta tensión porque los miembros de seguridad ha llegado a perder el control y hasta que no han aparecido los antidisturbios y han retomado el control han sido unos minutos difíciles", indicó García Macua a la cadena ''Ser''.

El mandatario apuntó que el delegado de la UEFA estaba "tan sorprendido e indignado" como los representantes rojiblancos, "y otros invitado, entre ellos el embajador de España en Austria", advirtió.

García Macua aseguró que el grupo radical no era "pequeño". "Eran 2.000 ó 2.500 y en actitud muy violenta. Además, era un recinto cerrado y sin que las fuerzas del orden pudiesen pararlo podía pasar cualquier cosa. Hasta que no se ha formado el cordón policial, ha habido un momento de franca preocupación", añadió.

Finalmente, el dirigente del Athletic dejó claro que "la gran preocupación" tras el partido era que los seguidores del equipo "pudieran volver en transporte público sin mayores problemas".