El partido aplazado en su día por la gripe A dejó patente que Emaná ya es uno más de la plantilla del Betis. El camerunés, que se había peleado con el mundo hasta la fecha, se reencontró con el buen juego y el gol para gozo de su afición, que ahora sí ve más cerca la zona de ascenso. El equipo de Tapia, mal al principio del encuentro, donde le desarboló por completo el Villarreal B, dio un golpe en la mesa a sus contrincantes como mejor sabe: con calidad y muchos goles.

Le bastó con aguantar al rival como pudo durante 15 minutos, donde el filial demostró que tiene buen toque de balón pero que en los momentos importantes se viene abajo, para luego liquidar el partido a la contra. Primero fue Emaná, tras un precioso pase de Arzu, que batió a Juan Carlos con un sutil toque picado. Antes del 1-0, Hevia Obras se equivocó al invalidar una jugada de Jefferson Montero que acabó en gol. Pudo ser un antes y un después en el partido, encarrillado tras el gol de Melli en el inicio de la segunda mitad.

El Villarreal B agachó la cabeza y sólo vio cómo el Betis creaba una y otra ocasión de gol. Sergio García y Emaná cerraron el marcador, que pudo ser mucho más amplio si el catalán hubiese tenido más puntería. Juan Carlos evitó una goleada histórica, pero no impidió que la grada del Ruiz de Lopera se marchase contenta a casa. El Betis sumó su segundo triunfo seguido en tres días y se acerca a la zona de ascenso. La mejor noticia para Tapia es que Emaná va a tirar del carro hasta donde pueda, porque en enero se irá a la Copa de África con Camerún. Mientras tanto, en Heliópolis respiran por fin, que ya iba siendo hora.