Iván y Lafita salvaron un partido muy bronco

La permanencia esta en 43 puntos y en eso tenemos que pensar".

Marcelino pronosticó que este Málaga-Zaragoza iba a ser un partido "feo". Se quedó corto. Fue horrible. Y además bronco, desagradable, barriobajero y grosero. Y encima contó con el añadido de un Rubinos Pérez que, a tono con el espectaculito, estuvo desastroso. Horroroso.

De fútbol, poco podemos hablar en días como éste. Porque brilló por su ausencia. Un Málaga ramplón, medroso, con cinco defensas, nervioso, fatal en el pase y nulo en ataque contra un Zaragoza que demostró por qué lleva más de dos años sin ganar fuera de La Romareda.

El primer aviso de que aquello iba a estar próximo a Tyson se produjo a los 44 minutos. Tarjeta amarilla a Ponzio por brusca entrada sobre un Apoño que tomó nota. Se echó a perder. Lo peor estaba por llegar. Lafita, el único que trató de poner algo de arte a semejante bodrio, se sacó de la manga un penalti con todo el desparpajo del mundo. Caída adornada (o piscinazo). Ni que decir tiene que Rubinos picó. Ewerthon, que no había hecho (ni hizo) absolutamente nada, puso el 0-1 en el marcador.

La Rosaleda, encrespada y enfadada, comenzó a pitar a Muñiz. A los 58 minutos, el desacertado colegiado madrileño mostró un segundo cartón amarillo a Paredes por una acción sobre Gámez que no era ni falta.

Con diez.

Cuando Luque se disponía a lanzar el golpe franco, el árbitro observó una acción donde, presuntamente, Weligton golpeó en el rostro a Goni mientras pugnaban por encontrar la mejor posición; uno para rematar, otro para defender. Al brasileño, como le sucediera antaño a Pablo Alfaro, los árbitros le miran con lupa desde su célebre encontronazo con Messi. En menos de un minuto los dos equipos se quedaron con diez. A los 73 minutos el joven Iván González, un coloso en medio de tanto despropósito, remató de cabeza un córner lanzado por Albert Luque. 1-1.

Y el final fue desolador. Incidente de Apoño con Ander Herrera (con posible escupitajo de uno y simulación de otros), desoladores insultos entre el mismo centrocampista del Málaga y Ewerthon. Se dijeron de todo y el primero admitió que le llamó 'negro' porque su rival 'se acordó de su madre'. Y Lafita que tuvo el 1-2 en el 93. Su tiro fue al poste.

Marcelino: "No me vale el punto"

"Con el 0-1 tuvimos opciones que desaprovechamos. No me vale el punto porque a lo largo de 90 minutos pudimos ganar y, sobre todo, en el tramo final. El empate se queda corto para nuestros merecimientos porque tuvimos opciones de ponernos con el 1-2. El juego bronco fue producto de los nervios, pero no creo que el árbitro actuase mal. El Málaga necesitaba ganar y nosotros también y en estos casos pones todo el ímpetu".

Muñiz: "Tengo respaldo del presidente"

"Capacidad de reacción debe haber porque el equipo sabe que debe estar ahí. Estamos trabajando bien y confiamos en salir adelante. El parón de cinco minutos del final nos perjudicó. Tengo respaldo del presidente desde el primer día que entré. No hay ninguna situación extraña y desde el principio se sabía que se iba a sufrir. Weligton es el primer arrepentido de lo que ha hecho.