Unai Emery preparó el partido de Pamplona a conciencia y a los suyos la lección les salió de carrerilla. El técnico sabía que su tarea era frenar el juego aéreo rojillo y, de paso, aplacar los ánimos de la grada, que le dan ese plus a Osasuna que le hace temible en casa. Lo primero lo logró con una sobredosis de dvd's y trabajo con sus centrales. Lo segundo, con un dardito en rueda de prensa que alertó al colegiado que los ches estaban al tanto de su tendencia casera. La tarea de Emery estaba hecha (los locales remataron por primera vez en el 43') y, a partir de ahí, sus jugones debían hacer el resto.

Y lo hicieron. Liderados por Silva, que anoche flotaba sobre la hierba, y contando con el pichichi Villa (otra obra de arte), abrieron el camino de un triunfo que contó con dos aliados inesperados. Además de bregar como de costumbre, ayer Marchena y Albelda se sumaron a la sinfonía de calidad. El sevillano asistió con maestría en el 0-1, ya es Ever Marchena, y el valenciano firmó el 0-2 con una vaselina con pierna izquierda de sombrerazo.

Se esperaba un apretón osasunista en la reanudación, pero lo que llegó fue la culminación del partidazo de Marchena, que hizo el tercero con un latigazo desde la frontal. Festival che y competición para ver quién hacía el mejor gol de la noche. Difícil decidirse, pero de lo que no hay duda es de que la actuación conjunta fue insuperable y ni el 1-3 de Masoud pudo empañarla.

Los ches, los mejores fuera

El Valencia sigue consolidando su supremacía lejos de Mestalla y se confirma como el mejor visitante de la Liga. Los de Emery han ganado en cinco de sus seis salidas, con lo que llevan ya 15 puntos fuera, los logrados en Valladolid, Santander, Almería, Málaga y Pamplona.