Joan Laporta y su equipo de trabajo se fueron a Perpiñán (Francia) para celebrar una reunión itinerante de la junta en la que se produjeron cambios importantes. El prestigioso economista Javier Sala (posible delfín del presidente en las próximas elecciones) ya es el nuevo tesorero del club, condición que le abrirá las puertas a las reuniones de la comisión delegada, el órgano decisorio en el club.

"Es una persona de prestigio, con inquietudes y como tesorero lo puede hacer muy bien. Su criterio puede ser más operativo a la hora de gobernar el club", dijo Laporta.

Pero hubo más movimientos. Tras la dimisión de Joan Franquesa, será Albert Perrín (ausente de la reunión al estar en Abu Dhabi) el que se haga cargo de la vicepresidencia institucional (asciende en el organigrama) y Jaume Ferrer cambie de sección: deja el área de márketing y se posiciona en la de patrimonio. Así, junto a estos dos nombramientos, los hombres de confianza del presidente serán Rafael Yuste (vicepresidente deportivo), Joan Boix (vicepresidente económico) y Alfons Godall, el amigo íntimo de la infancia de Laporta, que ejercerá el cargo de vicepresidente primero de la institución. No asistieron ni Magda Oranich ni Alfons Castro.

Cesc, Rosell y el Mundialito

Laporta aprovechó para hablar de Cesc Fàbregas, objetivo de Sandro Rosell y de la candidatura continuista. Dijo que "a todos nos gusta". Del precandidato aseguró que "igual necesita un consejo ético" y sobre el Mundialito anunció que "dispondremos de 2000 entradas y haremos un chárter de ida y vuelta".