El Espanyol pasó por la Copa visto y no visto. El Getafe sueña con su tercera final en cuatro años. Fue mejor, presentó mejor balance. En la ida abrió su camino hacia los octavos. Un 2-0 es casi definitivo y más en choques entre equipos igualados como estos dos.

A Tamudo le fastidió el regreso un viejo conocido, Jordi Codina, Codinenbauer ayer. Fue Codina bajo los palos, impecable estuvo, y Beckenbauer en el lanzamiento hacia Soldado que dio origen al primer gol.

Fue de esos que se pasan por la tele a fin de año: agarró un balón colgado sobre su área, levantó la cabeza mientras avanzaba un par de metros y se sacó un pelotazo monumental al corazón de la defensa blanquiazul, buscando la velocidad de Soldado. Bingo. El Gudari se fue de Pillud, al que superó el bote y la rapidez del adversario, controló y batió la salida de Cristian. 0-3 y gol fuera: listo. Empató Iván Alonso y tras el descanso pudo ganar el Espanyol. Pero sólo la honrilla.