El 8 de junio de 1975, Santiago Bernabéu vivió uno de sus mayores bochornos como presidente del club que creció en torno a su legendaria figura. En la ida de los cuartos de final de la Copa del Generalísimo, Las Palmas endosaba un impactante 4-0 al Madrid que entrenaba Miljan Miljanic. El yugoslavo arrasó en la Liga (sacó 12 puntos al Zaragoza y 13 al Barça), pero esa noche los Félix, Páez, Germán y Juani pasaron como un rodillo por encima del campeón. Los canarios iban de amarillo, como los héroes del Alcorcón...
En el hotel de concentración, Miljanic se sintió tan avergonzado que amenazó con dimitir. Su ayudante, Antonio Ruiz (ganó cuatro Copas de Europa como jugador entre 1957 y 1960), le quitó la idea de la cabeza y lideró el espíritu de la remontada.
Psicología.
"Le dije: 'Míster, tranquilo que esto se remonta. Usted no haga nada y déjeme a mí preparar la vuelta en el Bernabéu". Y así fue. Miljanic se desentendió de la preparación psicológica del grupo y aceptó una concentración de toda la plantilla durante una semana en el Hotel Arcipreste de Hita de Navacerrada: "Prohibí el balón y jugar al fútbol. Nos tiramos toda la semana disfrutando del paisaje, pescando, jugando al tenis y comiendo buen cordero de la zona. Los chicos se pusieron como motos y sólo pensaban en coger una pelota cuando bajamos en autobús hacia Madrid para afrontar la remontada", relata excitado Antonio Ruiz, reforzado por los galones de mando que le cedió su 'jefe'.
"Al elaborar el once, Miljanic me dijo que no veía el camino para ganar 5-0. Yo le dije que la clave estaría en Pirri: 'Pepe, usted suba desde el pitido inicial al área y póngase de delantero al lado de Santillana y Roberto Martínez. Amancio le dará balones desde la banda. No den tregua. Al ataque todos desde el minuto 1". Lo curioso es que al descanso se llegó con sólo 1-0, pero en seis minutos mágicos (del 55' al 61') Santillana metió tres seguidos (por entonces no se decía hat-trick) y fue precisamente Pirri el que firmó el gol de la remontada heroica. "Le llamé a la banda y le dije: 'Pirri, ahora baja a tu sitio que ya has cumplido'. Y Miljanic se quedó, como debe ser...".
En 1947, el Real de Molowny también remontó un 4-0 al Betis. En ambas Copas, el título fue para el Madrid...
