Ver para creer. Aunque aún viéndolo, el Levante aún no se creerá haber perdido el partido. Los de Luis García tenían los tres puntos ya en la maleta. Y la maleta en el autobús para volver a Valencia mientras trataban de conciliar un sueño en el que veían todo desde lo alto. Pero todo cambió de repente. El Salamanca decidió variar el guión y dejar a los granotas sin puntos, sin ascenso e, incluso, sin sueño. Porque perdiendo un partido así se hace muy difícil dormir sin que te vengan a la mente las imágenes que te han terminado condenando.

Y es que fueron muchas. En una portería y en otra. Manolo Reina debió ser el primero en entrar en el vestuario pidiendo perdón. Es evidente que ayer no fue su mejor tarde y en alguno de los goles se echó de menos su participación. Sobre todo en el tercero y último, el decisivo, el que lo cambiaba todo. Porque aún un empate hubiera escocido, pero irte de vacío si que fue matador. Y más después de hacer lo más difícil que era remontar el gol inicial de Rossato. El primer tiempo se vio un juego equilibrado y para que la igualdad reinara Pallardó empató el choque tras una buena acción colectiva que terminó con asistencia de Guerra a la 'Tanqueta' y para dentro.

Justo antes del descanso, Rubén avisó a El Helmántico de lo que vería después con un lanzamiento de falta que detuvo bien Ribas. El asturiano ejerció de verdugo y no falló delante del meta cuando Javi Guerra le dejó sólo tras una magnífica pared. Ejecución perfecta. Algo que luego se echó de menos en los atacantes azulgranas. El propio Guerra se pudo coronar, pero mandó al limbo una gran ocasión, como hicieron también Iborra, Xisco y Juanlu. Y una de las leyes del fútbol que se cumple casi siempre es que cuando perdonas lo pagas. Y así fue.

El público salmantino se marchaba ya para casa enfadado con su equipo y con Juan Carlos Oliva cuando Despotovic recogía un rechace para empatar y Rossato volvía a poner a Reina en evidencia para, con una falta directa más que parable, tumbar la ilusión de un Levante al que le durará todavía la cara de póker que se te queda perdiendo así.

Luis García "Este partido era para ganar 1-5"

"Este partido era para ganar 1-5. Tiran dos veces a portería. Es increíble. Hemos dominado el partido pero no lo hemos matado. Está bien jugado y planteado. Pero es lo que hay. Para estar arriba todavía nos falta mucho. Sobre todo a nivel defensivo y aprender a machacar. El equipo ha estado como tenía que estar pero las ocasiones hay que meterlas y encima luego, como mucho te pueden empatar, pero perder nunca".

J. C. Oliva: "Arriesgamos para remontar"

"En la primera parte hemos podido marcar el 2-0 que nos abría y mucho el partido. Además, no es cierto que ellos merecieran ganar 1-5, ya que no han marcado ni el tercero. En la segunda mitad el partido estaba para ellos, pero pudimos irnos con más diferencias al descanso. Me voy contento con el encuentro que hemos hecho. Por momentos han aparecido viejos fantasmas, pero hemos arriesgado por la remontada".

El detalle. Pallardó vio la quinta amarilla

La alegría que supone marcar un gol terminó en tristeza para un Pallardó que no sólo vio como su tanto no servía para sumar puntos sino que también fue amonestado por lo que no podrá jugar el próximo domingo frente al Girona al tener que cumplir ciclo de cartulinas amarillas.