Pedro valida el plan B de Guardiola y el público la toma con Chygrynskiy

LIGA BBVA | BARCELONA 4 - MALLORCA 2

Pedro valida el plan B de Guardiola y el público la toma con Chygrynskiy

Pedro valida el plan B de Guardiola y el público la toma con Chygrynskiy

El técnico azulgrana reservó de inicio a Alves, Messi, Iniesta y Xavi y ganó la apuesta. Pedro marcó dos tantos, Henry se reencontró con el gol y Messi, que saltó en la segunda mitad, sentenció desde el punto de penalti. El Mallorca, que dejó una buena imagen en el Camp Nou, sobre todo en la primera mitad, inquietó al actual líder con los goles de Nunes y Keita.

El largo viaje a Rusia, la paliza en el gélido Centralniy y la falta de frescura ante el Rubin Kazán han obligado a Pep Guardiola a dar un golpe de tuerca al equipo. El de Santpedor ha arriesgado su prestigio y el crédito de las rotaciones prescindiendo de Alves, en la línea defensiva, de Xavi e Iniesta, en el centro de creación, y de Messi, en la zona de ejecución. La reforma en el equipo se antojaba algo exagerada antes del pitido inicial, sobre todo tras los últimos empates ante el Kazán y Osasuna, pero Pep se ha ganado la suficiente confianza como para tomar éste y otro tipo de riesgos. En su alineación más kamikaze de la temporada, Guardiola confió en Valdés, Puyol, Piqué, Chygrynskiy, Abidal, Touré, Keita, Busquets, Pedro, Henry e Ibrahimovic. Una derrota pondría en cuestión la osadía de Pep, una victoria serviría como lección de poderío. Finalmente, el técnico catalán se encumbró por su valentía y criterio.

Se encumbró porque el Barcelona tiene un estilo consolidado. No depende de nombres, sino que se fundamenta en el conjunto. Porque es un equipo campeón y aprovecha esa inercia. Porque la estrella alineada en el partido de turno acepta sin dudar los galones prestados (hoy Ibrahimovic). Porque Pedro tiene Ángel. Porque Henry ha vuelto. Porque el Barcelona está trabajado y si no tiene el día, tira de recursos, como las jugadas ensayadas. Porque Pep tiene fe.

Y porque los rivales se suelen encoger ante los blaugranas, aunque éste no fue el caso del Mallorca, que salió valiente, con la defensa adelantada y con la intención de presionar la salida de pelota del Barça. Sí es cierto que, quizás condicionado por el once de Pep, Gregorio Manzano renunció a su sistema habitual de dos puntas y dejó como islote a Pierre Webó, sustituto del lesionado Aduriz. Victor Casadesús fue el gran damnificado de la decisión de Manzano de reforzar el centro del campo para contrarrestar el músculo introducido por Guardiola, y alineó en el centro a Martí y Mario Suárez; con Varela y Tuni por las bandas; y Borja de enganche.

La defensa, que era la habitual (con Josemi, Nunes, Ramis y Ayoze), presenció perpleja, en el minuto 10 de partido, la genialidad del 'mago' Ibrahimovic, que dejó solo al eficaz Pedro con un rápido, preciso y vistoso pase de tacón que puso en pie al Camp Nou. El '17' del Barcelona sí reaccionó (no como la zaga) y libró la entrada de Aouate con un toque suave con la izquierda, a lo Messi.

El gol, la celebración y el ambiente general presagiaban una goleada como ante el Zaragoza (también se jugó tras el partido de ida contra el Kazán) pero, en el 19', Nunes resarció a la defensa balear con el tanto del empate. Piqué y Chygrynskiy no se pusieron de acuerdo para despejar y el central dio emoción al encuentro. La igualada llegó en un córner, talón de Aquiles hoy de los de Pep. Webó, de cabeza, y Valero, con una volea desde la frontal, inquietaron en la primera parte al público culé, que, por cierto, silbó en alguna acción a Chygrynskiy. El ucraniano, que aún no ha logrado adaptarse y que se muestra nervioso por el 'runrún', comenzó como central zurdo y acabó como central diestro. No está cómodo, la grada y Pep lo saben. Quizás le pesen los 25 millones de su fichaje.

Y cuando reinaba un preocupante silencio, sólo perturbado por el fuerte viento, apareció de nuevo 'San Pedro' (todo lo que toca, para dentro) y luego Henry. Se acabó el debate sobre Pep y se rompió el silencio. Aouate ejerció de frontón tras una bola colgada al área: primero remató Pedro, luego Henry, después Busquets y 'por fin' Pedro pudo agrietar al israelí para adelantar al Barcelona (40'). Sin tiempo para reaccionar, Henry sentenció. Pedro inició la jugada ensayada sacando una falta lateral, Busquets aprovechó el aclarado en el segundo palo y cedió de cabeza el gol al francés, que lo celebró pateando con rabia el palo. Sin un gran juego, con un rival descarado y bien plantado, y sin sus principales estrellas, el Barcelona ya tenía los tres puntos en el descanso. Maneras y maneras de ganar.

Y si éramos pocos, salió Messi (sustituyó a Pedro, ovacionado, en el 50'). Segunda decisión arriesgada de Pep Guardiola ¿Y si se lesiona el argentino con el partido resuelto? Pero al Barcelona le sale todo. Touré Yayá tira faltas, dribla como un 'cristiano' en tiempos convulsos, manda, presiona e impresiona. Su colega Keita ejerce de Xavi si hace falta, marca goles cuando hay sequía y en su condición de 'jugador número 12', juega todos los días. Ibrahimovic, Busquets, Piqué, Puyol. Nadie parece jugar mal en este Barcelona.

Aunque parecía una quimera, el Mallorca, embriagado del carácter ganador de Manzano, no dio por perdido el encuentro. Webó exploró nuevos espacios, Martí probó desde lejos, Gonzalo Castro (que salió por Tuni) reinyectó a su equipo y Keita y Casadesús saltaron para dar más mordiente. Precisamente, el guineano fue el autor del segundo gol del Mallorca (90+), que llegó minutos después del 4-1 logrado por Messi (88') desde el punto de penalti (cometido por Josemi a Ibra). Por entonces, el partido ya estaba muerto.

Ganó el Barcelona y ganó Pep Guardiola, que salió una vez más enaltecido del Camp Nou. Dentro de la relativa tranquilidad que consiguió el Barça en la primera mitad, en la segunda saltó al campo Xavi Hernández (61') para igualar a Carles Rexach como el segundo jugador blaugrana con más partidos en la Liga (328). Enhorabuena. El próximo objetivo: Migueli (367). Pero hasta entonces, aún quedan muchas historias por contar.