'Cerrojov' al campeón

Liga de campeones | Rubin Kazán 0 - Barcelona 0

'Cerrojov' al campeón

'Cerrojov' al campeón

morenatti (ENVIADO ESPECIAL)

Un gris Barça no vio puerta y se complica el pase

La hora era la de los guateques de los 70, las seis y media de la tarde. Y el plan, como bailar con tu hermana, qué poca emoción, menudo partidito. La ventaja periodística es que lo defines en un plis plas: el Barça atacaba (mal) y el Rubin despejaba (bien). Así los 90 minutos con un final diabólico: el preperador español de los rusos, Raúl Ruiz, es un sabio. Se tiraron los suyos corriendo detrás de la pelota todo el tiempo y tuvieron fuerza para soltar tres coletazos en el rush final que les pudieron dar el gol del triunfo. Fue cuando el orante Berdyev puso a Bukharov, que es un buen delantero, y el Chori Domínguez tuvo con quien combinar: le parecería mentira. En un par de pases interiores lo situó cerca de Valdés, que afortunadamente para los azulgrana tiene pies ligeros. Es tremendo esto del fútbol: el Súper Barça no ha estado por delante en el marcador en dos partidos con el Rubin Kazán y ha sumado un punto de seis posibles. Luego ha perdido cinco.

¿Injusto lo de ayer? Pues pienso que no. Un equipo hizo de 10 lo que quería, o sea aguantar en versión rusa del cerrojo, cerrojov para los amigos, y el otro no se salió con la suya, que era al menos meter un gol. Que dominó, desde luego. Un setenta y pico por ciento de posesión tuvo. Pero como si ná: como bailar con tu hermana, ya digo.

Y eso que la cosa empezó caliente para el Barça. A los dos minutos Iniesta lanzó a Ibrahimovic, que se plantó ante el portero: su disparo lo repelió el poste. Hubo poco más en la hora y media siguiente por parte de los azulgrana. Un tiro de Touré, en su peor versión desde que llegó, intentos previsibles de Messi, Ibrahimovic y cía, una pifia de Henry que no esperó el único error de la zaga rusa en el despeje y se le escapó la pelota en posición ventajosa. Jugó Alves pero fuera de ritmo como también lo estuvo Guardiola: el frío le congeló las ideas, un solo cambio y tarde. No fue la noche del Barça.

Que no es el de hace un año. El Barça, digo. El Rubin le aplicó dos veces la misma medicina y no tuvo réplica. Tocó y tocó, pero sin chispa, sin la sexta velocidad de no hace tanto, sin ángel. Le han tomado la matrícula y lo acusa. Por eso está como está a falta de dos jornadas para el final del grupo: en riesgo de ser eliminado. Poco airoso, el campeón...