El delantero malagueño vio la cartulina amarilla en la primera parte, según recogía el acta arbitral, por "dejarse caer dentro del área simulando ser objeto de falta". El club navarro recurrió ante el Comité de Apelación, acompañado una prueba de vídeo, y este organismo ha decidido dejar sin efecto la tarjeta amarilla al jugador osasunista al entender que hay acción suficiente para el derribo.
Según ha informado Osasuna, el Comité de Apelación admite que Aranda, "con el balón controlado, es objeto de agarrón en su brazo izquierdo por el jugador rival, por lo que contacto existe, produciéndose una desestabilización del mismo en su carrera que ocasiona su caída".
Dicho comité ha añadido que, a su juicio, la jugada es "una acción suficiente para el derribo, pues el jugador sancionado nunca busca el contacto sino que el mismo le viene del jugador contrario".