Yoel da vida al Tenerife

Copa del Rey | Celta 2 - Tenerife 1

Yoel da vida al Tenerife

Yoel da vida al Tenerife

reportaje gráfico: lalo r. villar y s. sas

El meta regaló el gol a Richi y resucitó a los de Oltra

El Tenerife salió vivo de Balaídos. El Celta tuvo la eliminatoria en su mano y lo va a pasar muy mal en el Heliodoro. Ésas son las conclusiones tras un encuentro que se puso de cara muy pronto a los gallegos y que sólo los errores propios (Yoel y Arthuro estuvieron muy desacertados) acabaron manchando.

Los vigueses bailaron a los de Oltra en la primera media hora de partido. La defensa adelantada chicharrera naufragaba y Aspas y Abalo le hacían mucho daño a Bellvis por el costado derecho del ataque gallego. Fruto de este acoso se pidió un (inexistente) penalti de Luna sobre Aspas, y las llegadas celestes se sucedían. El Celta rondaba el gol y parecía que iba a caer pronto. Y vaya si lo hizo. Por partida doble.

Primero, Saulo celebró con sus habituales volteretas una excepcional combinación del binomio Aspas-Abalo. El zurdo Iago metió un gran pase con el exterior, que su amigo el diestro Dani le regaló a Saulo para que simplemente la tuviera que empujar.

Sin apenas tiempo para la reacción, Michu anotó el segundo. Danilo metió en el área una falta lejana y apareció el gigante asturiano para cabecear con maestría a la red. Sólo una pega. Cuando Danilo bota el libre indirecto, la posición de Michu es bastante dudosa. Mejuto, no obstante, no vio el presunto fuera de juego.

El Tenerife continuó unos minutos groggy, pero después por fin resucitó. Se apoyó en las ganas de Mikel Alonso y de los bulliciosos Ayoze y Omar. Quién iba a imaginar que sería un jugador del Celta quien diera vida a los canarios. Cerca del descanso, Yoel defendió lastimosamente una falta lejana; Richi se adelantó al portero vigués y sólo tuvo que poner la cabeza para marcar el 2-1.

Festival de Arthuro.

La segunda parte fue más equilibrada tras el mazazo psicológico que supuso el gol de Richi. No obstante, los de Eusebio siguieron siendo superiores en el cómputo global. La diferencia es que el Tenerife ahora sí llegaba a puerta. Omar era su pieza más peligrosa. El canterano estuvo un par de veces a punto de igualar el marcador. Muy clara fue una ocasión en la que el rechace de Omar le cayó a Dinei, que en una posición franca reaccionó con asombrosa lentitud.

Pero si hablamos de errores hay que hacer una mención especial para Arthuro. El brasileño pudo desequilibrar la eliminatoria, pero estuvo torpísimo. Tuvo demasiada parsimonia cuando encaró un mano a mano ante Luis García y exceso de prisa en un dos para uno contra el guardameta. A puerta vacía la mandó a las nubes.

En los minutos finales, con Nino de revulsivo, el Tenerife estuvo a punto de empatar y Saizar mandó el balón palo en la ultimísima jugada. Ahora el Heliodoro será el que dicte sentencia.