David pudo contra Goliat. Un Villarreal B mucho más ambicioso acabó bailándole al Castellón, arropado por una grada entregada con el filial amarillo. Un gran testarazo de Marcos Gullón cuando se estaba bajando la persiana al derbi, significó el 2-1 para los de Juan Carlos Garrido, y luego Gerard Bordas le sacó los colores a los de 'Tintín' Márquez. Los 'orelluts', hasta ese instante, se habían salvado por los palos. Hasta tres veces repelieron los lanzamientos de los amarillos. El segundo gol llegó justo cuando los de la capital de La Plana estaban con diez hombres, por la expulsión del lateral Rafita. Los albinegros se descompusieron y claudicaron ante la ambición amarilla. En el descuento Gerard Bordas marcó las diferencias.
Álvaro Baigorri cometió uno de los penaltis más rápidos de la historia del Castellón. Sólo habían transcurrido apenas 52 segundos y derribó a Marco Ruben. El argentino no lo quiso lanzar. Le dejó la responsabilidad a Joan Tomás, que erró uno ante el Albacete. El gerundense no perdonó y a los dos minutos ya mandaba el filial amarillo. Tocaba volver a empezar, pero con el 1-0 a cuestas. El mazazo fue contrarrestado por Miguel Palanca en el 13'. Buen centro de Baigorri y gol del tarraconense.
Justo dos minutos después de que Matilla estrellara un gran trallazo en la madera larga de Lledó, Marcos Gullón envió otro cuero al palo. E incluso Ulloa perdonó el 1-2 en el 37'. No estuvo mal el primer tiempo que empezó a un ritmo frenético y acabó con un par de marchas menos.
Tuvo mayor control del partido el Castellón en el arranque del segundo tiempo, pero sin llegada ni pegada. En cambio, el Villarreal B acarició el 2-1 con un tiro demasiado cruzado de Mario Gaspar. Superado el cuarto de hora cambió la decoración. Se fue Palanca tocado y Rafita vio la segunda amarilla en el 68'. Con el partido roto y sin dueño, Cristóbal se topó con el palo derecho de Lledó. Era el tercero de la tarde. Los de Garrido acabaron encerrando al Castellón en su área y así llegó el 2-1 obra de Marcos Gullón con la testa. Aún hubo tiempo para más, ya que Gerard Bordas puso el 3-1 para condenar al Castellón a la última plaza.
Dos goles con un hombre más
El Villarreal B supo aprovechar la ventaja que supuso la expulsión de Rafita. Y es que el conjunto que dirige Juan Carlos Garrido estuvo con un hombre más sobre el terreno de juego durante 22 minutos, algo que rentabilizó con dos goles que le terminaron dando la victoria en el derbi.
