Acuña, tres años de espera para debutar en Primera

Carlos Javier Acuña Caballero (Encarnación, Paraguay; 23 de junio de 1988) ha tenido que esperar tres años para que llegue la posibilidad de debutar en Primera División. El canterano del Castilla ha sido la principal novedad de la lista de Manuel Pellegrini para el partido liguero frente al Sporting de Gijón, debido a las lesiones de Benzema, Van Nistelrooy e Higuaín, y podría debutar en Primera División tres años después de llegar a España.

Acuña se caracteriza por su potencia en ataque y, aunque no es excesivamente alto (1'75) destaca en el juego aéreo puede jugar en la banda izquierda donde aprovecha su velocidad. Llegó a España en febrero de 2005, cuando tenía 16 años, y se convirtió en el traspaso más caro, con 600.000 euros, de un Cádiz que había vuelto a Primera División. El conjunto gaditano anunció su fichaje como el de una estrella en ciernes que contaba con un prometedor futuro.

Pero, a pesar de que llegaba para jugar con el Cádiz en Primera División, no debutó con el equipo amarillo hasta la temporada 2006/07. Un imperativo legal de la FIFA sobre la transferencia de menores impidió que se le pudiese inscribir en el primer equipo al no cumplir la mayoría de edad. Aunque el club recurrió ante el organismo y acudió al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), acuña no pudo debutar y sólo jugó tres amistosos y el Trofeo Carranza.

Su primera temporada fue de adaptación a un fútbol nuevo para un hombre que estaba en plena formación futbolística y que había pasado un año sin apenas competir. Por aquel entonces, el Cádiz había descendido a Segunda División y Acuña disputó un total de 23 partidos en los que anotó dos goles.

En la temporada 2007-2008, el equipo gaditano decidió cederle durante una temporada a la Unión Deportiva Salamanca para que pudiese contar con más minutos y no frenar su progresión. Con el equipo charro disputó 21 partidos en los que consiguió un tanto.

Una año más tarde, en la temporada 2008-2009, tras volver de su cesión en Salamanca, el jugador se reincorporó a la disciplina del Cádiz en Segunda División B. A pesar de disputar un solo encuentro con los gaditanos, la dirección deportiva del Real Madrid se fijó en él para reforzar al Castilla y consiguió su contratación en el mercado invernal por medio millón de euros.

Ahora, tres años más tarde, el paraguayo tiene la oportunidad de cumplir el sueño que tenía cuando llegó a España: debutar en Primera División.