San Mamés Barria ya está en marcha. Después de varios retoques en el plan inicial presentado hace dos años, la sociedad encargada de dar forma a la construcción del nuevo estadio (integrada por Athletic, Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao Bizkaia Kutxa, Ayuntamiento de Bilbao y con la próxima asociación del Gobierno Vasco) eligió uno de los salones con pedigrí de la Diputación Foral para sacar a la luz al heredero de La Catedral.

Fue una foto de familia que hasta la fecha nunca se había dado puesto que ayer aparecieron todos los socios de San Mamés Barria, ya con el compromiso del Gobierno Vasco en el bolsillo.

El campo, del que todavía hay flecos por cerrar (hubo dudas a la hora de anunciar la financiación y de hecho no se produjo una declaración pública al respecto), estará terminado para el inicio de la temporada 2014-15, aunque desde una campaña antes albergará partidos de competición. Eso sí, sólo con tres de sus cuatro tribunas. La cuarta, hasta completar el aforo de 53.000 espectadores, estará ese año en construcción.

El estadio tendrá un gasto neto cercano a los 160 millones de euros, que los partícipes de la sociedad San Mamés Barria repartirán de la siguiente manera: BBK aportará 55 millones; la Diputación destinará 38 millones de euros más 17 millones como propietaria del terreno; el Athletic 25 millones de euros más otros 17 millones de euros en suelo y el Ayuntamiento, alrededor de 11 millones de euros por la condonación de los pagos de tasas.

Elogios. El anfitrión de la presentanción fue el diputado general José Luis Bilbao, que se llevó el gran día para su feudo con la permisividad del resto de socios de San Mamés Barria. "Va a ser una de las maravillas del país", destacó con palabras de ilusión. Los presentes, añadieron que será un "elemento tractor de la economía vasca con reflujos económicos para todos los sectores de la sociedad".

Todos los miembros de la sociedad encargada de la construcción del estadio se felicitaron por la puesta en marcha de un proyecto que para los aficionados no será tal hasta que empiecen a trabajar las máquinas. La primera piedra se pondrá en primavera. Y que nadie piense que se hará antes porque la fecha la dio el alcalde Iñaki Azkuna.