La puntería fue asturiana

Liga BBVA | Athletic 1 - Sporting 2

La puntería fue asturiana

La puntería fue asturiana

De las Cuevas sentenció con dos golazos. Toquero acortó distancias. Toma y daca inoperante hasta el descanso. El Athletic, sin recursos en el arreón final

Dos décadas después, San Mamés acogió un triunfo del Sporting. Con idéntico marcador, 1-2, y con una sensación pareja de justicia. Dentro del equilibrio de fuerzas que presidió la tarde, el conjunto de Manolo Preciado supo rentabilizar su escasa producción ofensiva y halló en De las Cuevas el hombre encargado de emular a aquel Luis Enrique que en la 90-91 dejó con un palmo de narices al anfitrión y a su afición.

El resultado se labró en una segunda mitad que gracias a los goles adquirió el tono emotivo del que careció la primera mitad, donde nadie acertó a imponer su ley, por más que le correspondiese al Athletic la iniciativa y ciertos méritos para estrenar el marcador, tampoco demasiados.

Una vez que el Sporting, merced a un magnífico lanzamiento de falta, tomó la delantera, quiso el Athletic elevar las revoluciones, apeló al envío largo y trató de volcarse, pero lo pagó en un lance a la contra que prácticamente sentenció el choque.

No hubo más reacción local que la del amor propio, que sirvió para acortar distancias y adecentar así un desenlace que se antojaba excesivo. A los de Joaquín Caparrós, de nuevo muy remiso a la hora de reactivar su once, les faltó la inspiración, el fútbol que antes había asomado a rachas, les faltó pujanza ante un rival que al calor de la ventaja se manejó con eficiencia.

El Sporting confirmó a su paso por Bilbao que se mantiene fiel a la propuesta que el año pasado le valió tantas simpatías como disgustos. Pero como de todo se aprende, ahora se protege mejor y además ha ganado en calidad para ese manejo de pelota con el que ayer tuteó en todo momento a un Athletic que se fue consumiendo en su impotencia.

De entrada, coincidieron los equipos en el afán por tocar y hacerlo además rápido, lo cual generó una dinámica relativamente vistosa que poco a poco fue favoreciendo al conjunto local, más profundo, con mayor llegada. El Sporting pareció que también rondaría a Iraizoz, pero a la hora de la verdad, su capacidad para combinar murió lejos del área. Salvo una pelota que Barral no pudo ni controlar ni empalmar, no inquietó y para entonces había transcurrido media hora.

Enfrente hubo mayor arrojo, especialmente gracias al activo Susaeta, cuyos cambios posicionales dieron juego. El Athletic amagó primero con un par de tiros desde lejos, luego Juan Pablo tuvo que salir del marco para despejar ante la llegada de Toquero y el citado Susaeta se marcó la acción más vistosa, con dos regates, un autopase y cesión a Llorente, que al ariete le pilló a contrapié.

El último intento del anfitrión por plasmar su superioridad estuvo en un cabezazo de Toquero, picado, que se marchó fuera. Fue después de todo esto cuando a Barral le cayó ese balón en buena posición que no supo aprovechar. Tampoco las aproximaciones del Athletic fueron como para hablar de peligro serio, aunque al menos reflejaron su esfuerzo por cobrar ventaja.

Aviso. El Sporting pareció conforme con la tónica: sin sufrir apuros, tocando a ratos y esperando en situación de repliegue, consiguió que la mitad del encuentro no sirviera para nada. Cabe pues decir que en ese sentido obtuvo un pequeño triunfo parcial, habida cuenta que el Athletic, en vano, puso más interés e invirtió sudor e intensidad.

Sin duda la labor desplegada por Javi Martínez y Gurpegi marcó el primer período. La zona ancha fue suya, pero tras el descanso De las Cuevas avisó de que el Sporting buscaba algo más que el empate. El media punta aún dispuso de otro balón franco en el área antes de celebrar su doble acierto.

Apoyado en la brega de Toquero y la distribución de Orbaiz, no halló el Athletic la fórmula para eludir el revés. Llorente quedó oscurecido por los centrales y al resto le faltó chispa para culminar la remontada. Se le hizo largo el partido al cuadro local, mientras un Sporting sin estridencias sumaba para procurarse una campaña más desahogada. Poco o nada que objetar al marcador final. Ganó el más acertado.

El detalle: un media punta en plena racha

Los cuatro goles firmados por Miguel De las Cuevas a caballo del parón liguero, confirman que el fino centrocampista que se ha visto obligado a buscarse la vida fuera de la disciplina del Atlético de Madrid, se halla en plena racha, para suerte de Preciado.