Carlos Queiroz espera tener listo a Cristiano para el partido del sábado contra Hungría, pero, de momento, se muestra cauto: "Yo confío en que todos los jugadores lesionados, incluido Cristiano, puedan jugar contra Hungría. Todos tenemos que sacrificarnos un poco. Pero una cosa es hacer sacrificios y otra diferente arriesgar. Nosotros no vamos a poner en riesgo a Cristiano Ronaldo".

Los médicos del Madrid y los de Portugal están en contacto permanente. "Las cosas van bien y el jueves por la tarde ya tendremos una idea exacta de si puede jugar. Si decidimos que juegue, será porque no hay ningún riesgo", agregó Queiroz.

Mientras, Cristiano ya tiene ganas de bromas y ha vuelto a sonreír. Y eso que todavía no está en condiciones de entrenarse con el resto de compañeros. De hecho, ayer sólo estuvo unos 15 minutos sobre el césped; el tiempo justo para bromear con Deco, Nani y Pepe, hacerse un foto con el resto de los internacionales y escuchar la charla de Queiroz. Acto seguido, abandonó el terreno de juego y se dirigió al interior del Hotel Marriott. Una vez allí, se ejercitó en la piscina y en el gimnasio bajo la supervisión de los médicos y fisioterapeutas.

Aún conserva un fuerte vendaje en el tobillo derecho y en las próximas horas se le realizará una ecografía para conocer el estado exacto de su lesión. A partir de ese instante se decidirá si juega o no.

Pepe.

Si Cristiano Ronaldo es la principal incógnita para el encuentro del próximo sábado, Pepe será la ausencia más destacada. El central no podrá disputar el trascendental encuentro frente a Hungría al tener que cumplir un partido de sanción. Pese a todo, el defensa forma parte de los convocados, puesto que sí jugará el miércoles contra Malta. Ayer trabajó en el gimnasio.