Un Barcelona dubitativo sufre para dormir líder

LIGA BBVA | BARCELONA 1 - ALMERÍA 0

Un Barcelona dubitativo sufre para dormir líder

Un Barcelona dubitativo sufre para dormir líder

El Barcelona sigue contando sus partidos por victorias y hoy cosechó la sexta ante un Almería serio en defensa pero sin pegada suficiente. Pedro marcó un golazo en la primera parte y el Barcelona se atascó en la segunda.

El Barcelona dormirá encaramado a lo más alto de la clasificación contando todos los partidos ligueros por victorias. Sin la brillantez que suele demostrar, los azulgranas se bastaron de un golazo de Pedro en la primera mitad para apuntarse el set. En la segunda parte los de Guardiola sestearon y el atasco en su juego bien pudo costarle caro si el Almería hubiera mostrado algo de pegada en un Camp Nou crítico con el colegiado Velasco Carvallo.

Una de las bestias negras del barcelonismo pisaba de nuevo el Camp Nou dieciocho años después. Hugo Sánchez volvía a territorio hostil pero esta vez sin saber nada del Real Madrid. Entrenando a un Almería que aguanta correctamente las primeras embestidas de la temporada gracias al buen estado de sus delanteros Piatti, hoy sentado en el banco de inicio, y Uche. Pero jugar ante el Barcelona requiere la atención de todos los jugadores y sobre todo centralizar las fuerzas donde comienza a cocinarse su fútbol. Pocos entrenadores conocen el antídoto a los azotes de este Barça y Hugo probó suerte reforzando la banda izquierda con Guilherme y Cisma para bloquear los desbordes de Messi y Alves. Intentó ahogar la salida del balón haciendo de Chico la sombra de Xavi y Ortiz pegado como una lapa a un Iniesta de regreso al once titular en liga. De sus botas brotó la primera delicatessen del partido con un cambio de juego perfecto a Messi que el argentino desperdició al cruzar en exceso el balón.

La pelota únicamente circulaba por las botas de los futbolistas locales. El Almería no era capaz de encadenar más de tres pases seguidos pero aún así dispuso de su ocasión al cuarto de hora gracias a un fallo defensivo de Maxwell que aprovechó Guilherme para hacer un sombrero dentro del área pero la jugada finalizó sin peligro. Pero el Barcelona ya tenía a su rival hipnotizado. Bailaba en el medio del campo y el gol parecía cuestión de tiempo. Pudo llegar a los 17 minutos cuando Ibrahimovic sacó un desborde electrizante dentro del área para deshacerse de su marca pero entonces la madera se alió dos veces consecutivas con el Almería cuando Iniesta y Pedrito, bajo los palos, se toparon con el poste.

Si el palo no quiso que el Barcelona se adelantara al cuarto de hora, diez minutos después fue Velasco Carballo el que frenó las intenciones del Barcelona al no ver un penalti de Bernardello sobre Messi. Al colegiado madrileño ya le pitaban lo oídos desde el 19 cuando Pellerano derribó a Messi en el centro del campo y la grada estalló al ver que la falta se saldó con tarjeta para Xavi y dejara impune al central del Almería.

Buena excusa para calentar a una grada fría en los primeros minutos que con las decisiones arbitrales no tardó en sumarse a una fiesta que contagió a Pedrito a la media hora de juego regalando un verdadero golazo a los aficionados que se dieron cita al Camp Nou. El insular recibió de espaldas un pase de Maxwell, se dio la vuelta mientras cargaba su pierna derecha para reventar el balón en la escuadra de Alves.

La historia se volvía a repetir una vez más. Gol en la primera mitad y no caer en el conformismo. Con una posesión cercana al 70 por ciento, el equipo de Guardiola esperó el tiempo de descanso sin problema. Tocando a su antojo y buscando el hueco para matar a un Almería que enfiló el túnel de vestuarios con amonestaciones a última hora de Bernardello y Ortiz.

El Barcelona sestea en la segunda parte

La pelota tuvo mismo dueño durante los primeros minutos de la segunda parte pero con una diferencia a la hora de buscar el arco contrario. Se abandonó el juego por las bandas para insistir por el centro con el consiguiente atasco. Sin la fluidez necesaria para hacer daño al Almería, el Macho apostó por Piatti en el minuto 65 para buscar el empate pero sin arriesgar demasiado porque el jugador en abandonar el terreno fue su socio de ataque Uche. Guardiola, por su parte, metió en el campo a Piqué en el lugar de Márquez que antes de abandonar el partido tuvo tiempo para tocar un balón con el brazo dentro de su área al intentar hacerse con el cuero pero Velasco tampoco se enteró de nada.

Con el paso de los minutos el Almería se lo fue creyendo y la incertidumbre asomaba en el juego azulgrana. No llegaron a sentirse agobiados pero sí se veía a un Barcelona atascado y dubitativo, sin saber si ir a por el segundo tanto o cerrar filas. Aún así el Barça sobrevivió ante un equipo con escasa pegada y demuestra que también sabe ganar sufriendo.