Dominio local poco intenso de los donostiarras en los primeros instantes ante un Huesca agazapado a la espera de la oportunidad de sorprender, como ha ocurrido en el minuto 7 en acción individual de Camacho que ha provocado el primer susto al graderío de Anoeta.

Ha podido marcar minutos más tarde la Real en una acción de videojuego con pase y devolución entre Xabi Prieto y Sergio Rodríguez, que no ha concluido en gol gracias a un despeje oportuno de un defensa oscense bajo la portería visitante. El Huesca, al ritmo que le marcaba Luis Helguera, se ha ido creciendo según transcurría el encuentro y sus llegadas, eso sí con escaso peligro, han sido constantes hasta que el árbitro ha señalado el descanso.

El nerviosismo del público blanquiazul era evidente y se intuía una lluvia de gritos y silbidos en la retirada a vestuarios pero, cuando peor jugaba la Real, ha llegado un gol mayestático del joven Griezmann de tremendo derechazo con el que ha batido por bajo a Miguel haciendo estéril su estirada. Los guipuzcoanos han buscado el segundo tanto por la vía más rápida para dejar resuelto su compromiso y Martín Lasarte ha dado entrada al uruguayo Carlos Bueno con ese cometido.

El brasileño Reinaldo ha tenido, sin embargo, la ocasión más clara para empatar el choque y sacar provecho a los nervios del chileno Claudio Bravo, que posteriormente ha salvado los muebles en un mano a mano con Jose Vegar. Carlos Bueno ha disfrutado en los instantes finales de dos buenas opciones de gol desbaratadas por Miguel, y a fuerza de insistir, en el minuto 88, ha materializado el segundo tanto que ha dado la tranquilidad a su equipo.