Este Málaga-Barcelona es el clásico partido donde nadie da un duro por el equipo local. No es cuestión de que los expertos enfoquen el angosto camino blanquiazul hacia un destino llamado 'goleada escandalosa'. La 'equis' haría multimillonario (siempre a priori) al fenómeno de la colina que se atreva a arriesgar. Pero el valeroso y digno equipo de Juan Ramón Muñiz no quiere ser comparsa y se ha propuesto reventar la 'Liga bipolar', ese mano a mano escrito a base de talonario entre los azulgranas y el Real Madrid. No nos engañemos. No lo va a tener sencillo.

Messi, cuando no le hacen perder el tiempo con la Argentina de Maradona, juega como los ángeles. De momento lleva cinco goles. Contrariamente a lo que ustedes pueden suponer, el entrenador del Málaga no va a hacer ningún plan especial para detenerle, "porque tendría que hacerlo con todos los jugadores del Barça". Pero no sólo de Messi vive esta máquina de hacer buen fútbol que es el conjunto de Guardiola. Ibrahimovic, que entró en la covocatoria, ha hecho olvidar a Etoo (por el momento). Ha marcado cuatro goles en sus cuatro primeros partidos, como Cristiano Ronaldo, una marca sólo alcanzada antes por Bienzobas, Capella, Escudero, Cabido, Chicha, Pruden, Mel y Catanha.

Y además ha dado dos tantos, uno a Messi y otro de lujo (tacón maravilloso) a Piqué. Munúa, que vuelve a sentirse portero en La Rosalesa tras haber jugado más bien poco en sus seis temporadas con el Deportivo, va a tener que andarse con cien ojos. Porque Messi, Ibra, Keita (el ex sevillsta anda como un cañón), Alves y demás familia están en un nivel superior.