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Liga BBVA | Racing 1 - Barcelona 4

Santander clama contra el Racing por salir acobardado ante el Barça

El equipo de Mandiá hizo diez faltas cuando promedia veintiuna Pinillos: "Fuimos muy blandos"

Actualizado a
<b>PASIVIDAD. </b>Piqué celebra el tercer gol del Barça el pasado martes en El Sardinero tras finalizar una jugada en la que la defensa del Racing hizo la estatua mientras Ibrahimovic regalaba un taconazo al central para batir a Toño.
SERRANO ARCE

La plantilla del Racing desayunó ayer con una beligerante prensa cántabra repleta de titulares despectivos que hacían referencia, sobre todo, al conservador planteamiento de Mandiá frente al Barça. "Cobarde", "mezquino" o "miedoso" fueron los más repetidos. Y la base que sustenta estas críticas tienen fundamento. El Racing había hecho en los tres primeros partidos de Liga 63 faltas (una media de 21 por encuentro) y el pasado martes sólo hizo diez (cuatro se convalidaron por amarillas) a pesar de que los de Guardiola tuvieron el 74% de la posesión.

De la defensa, Pinillos hizo dos infracciones (ninguna a su marcaje, Henry); Sepsi, encargado de Messi, sólo una; y los centrales no hicieron ninguna. A Ibrahimovic ni lo tocaron. El resto fueron de Lacen (2), Diop (2), Colsa (1), Xisco (1) y Munitis (2, una por interceptar el balón con la mano). Así, Keita fue el que más caricias se llevó y Messi, el artífice de la cómoda victoria, sólo sufrió ¡una falta!

Debido a esta indolencia, el entrenamiento de ayer del Racing parecía un funeral. La imagen ofrecida la noche anterior había dejado huella. Una breve charla de Mandiá en el inicio de la sesión quiso dar carpetazo a la dura derrota, pero su intento fue baldío: no hubo ni un amago de broma. "Casi nadie ha podido dormir dándole vueltas al partido. Sentimos impotencia porque fuimos muy blandos y no les hicimos ni faltas. Tuvimos que ser más agresivos y, por eso, estamos muy fastidiados", resumía Pablo Pinillos, uno de los capitanes.

La veintena de aficionados que acuden a diario a La Albericia echaba humo ayer, por no hablar de las tertulias radiofónicas. "El equipo no tuvo alma ni identidad", se oía en la SER. Sólo algún valiente hacía de contrapunto: "El Racing hizo lo que pudo". Pero poco. Pisó cuatro veces el área culé, centró 13 balones a las inmediaciones de Valdés y, por el contrario, recibió 20 remates; 13 más de su media liguera. El Racing es, así, el que más remates ha recibido y el que más goles encaja cuando su técnico prometió hace días en AS todo lo contrario: "Me gusta atacar mucho, como sea, pero mucho". Ayer, su discurso a la plantilla fue constructivo. "Hay que olvidarse ya de esto". Por eso, a mediodía cogió un avión y se fue al Calderón a ver a su próximo rival, el Almería.