"Ser lateral desgasta. Hago 13 kilómetros"

Sergio Ramos

"Ser lateral desgasta. Hago 13 kilómetros"

"Ser lateral desgasta. Hago 13 kilómetros"

Volvió Sergio Ramos a un terreno de juego tras una travesía en el desierto: su temporada más difícil y su lesión más larga. Promete enmendarse y anuncia una gran batalla con el Barcelona. Su primera impresión del curso es inmejorable, de Cristiano a Kaká pasando por Pellegrini.

Ha pasado casi tres meses sin jugar por una lesión extraña.

Faltaban diez días para concluir las vacaciones y comencé a correr en Zahara, donde pasaba las vacaciones, con Marcos Álvarez, segundo de Juande, que también disfrutaba de unos días allí. Comencé a notar una sobrecarga en el tendón de Aquiles y decidí parar y venir a que me examinaran. Me sacaron líquido y descubrieron la tendinitis y una microrrotura en el sóleo.

El año pasado dio la impresión de que exprimía su físico más de lo aconsejable...

Hace dos años me infiltraron en dos partidos y luego paré porque me rompí la nariz. El año pasado tuvieron que infiltrarme más veces, porque no había suficientes jugadores en el equipo y me necesitaban. Eso te va bien el día del partido, pero luego deja secuelas. No había apenas rotaciones y sí once titulares claros. Y cuando se juegan más de cinco partidos al año Si encadenas tres seguidos ya se nota. Ahora me voy a cuidar más, a hacer las cosas bien atrás. Hay que aprovechar los fichajes que hemos hecho para dosificarse.

¿Desgasta más jugar de lateral o de central?

De lateral me machaco más. Como central sólo hay que hacer coberturas. En la banda hay que subir y bajar. Ahí haces 12 o 13 kilómetros por partido.

Y con este dibujo sin extremos físicos la exigencia para los laterales es aún mayor.

El que juega en la izquierda tiene a Cristiano por delante. En la derecha, Kaká cae poco a la banda y Benzema o Raúl tampoco, porque son jugadores de gol. Granero sí se escora un poco más. Para un lateral es fenomenal que haya extremos fijos

Pero confiese que a usted le gusta subir.

A mí me gusta tener recorrido, pero volver tranquilo, sabiendo que tu puesto está cubierto. En caso contrario, te lo piensas porque no puedes permitir que te cojan la espalda.

Como le ocurrió la temporada pasada en aquel 2-6 ante el Barcelona.

La gente esperaba mucho. Era el momento de dar un golpe a la Liga. No fue de mis mejores partidos, pero el fútbol siempre te da una oportunidad de revancha y esta temporada hay otros dos partidos con el Barça. La gente, al final, se queda con lo último.

Circula en Can Barça una corriente de opinión que sostiene que si el equipo blaugrana cae en el Bernabéu no hubiera ganado la Liga.

Así lo creíamos nosotros también, porque no podían olvidar la Champions.

¿Tiene una cuenta pendiente con Henry, que le superó en ese partido?

Por supuesto, pero Henry es un gran futbolista, rápido, técnico, con una zancada muy grande

¿Etoo o Ibrahimovic?

Son dos delanteros muy diferentes. Etoo es más rápido, tiene más gol, presiona y es más móvil, pero por arriba no te da lo de Ibrahimovic. Ahora, como defensa, con Etoo estaba más intranquilo. En cualquier caso, mantienen el mismo bloque del año pasado y como se conocen a la perfección, todo les resulta más fácil.

Pero el Madrid de ahora no es el mismo.

No. Todavía hay que mejorar como bloque, como grupo, y recuperar el reconocimiento europeo. Pero es verdad que, a diferencia de la temporada pasada, los equipos no vienen a presionar, se meten atrás. Hemos recuperado el respeto del adversario, más allá de partidos como el del domingo, que no fue bueno y en el que hubo mucha distancia entre líneas. Hay que hacer un presión más en bloque y más arriba.

¿Se ha reforzado bien el Madrid?

Ahora hay dos jugadores por puesto y de un domingo a otro pueden hacerse hasta seis cambios en el equipo. Y si se rota desde el principio es para que a nadie le pille sin ritmo en el momento de la verdad.

¿Será una Liga de dos?

Yo prefiero que sea de cuatro o cinco, más emocionante. El Sevilla, el Villarreal, el Valencia o el Atlético, pese a que no ha empezado bien, estarán ahí. Es mejor que cuando el Barça llegue al Calderón el Atlético se esté jugando algo.

¿Su primera impresión de Pellegrini?

Transmite serenidad, va de frente, está en permanente contacto con los jugadores y es muy estricto. Exige actitud.

¿Y Cristiano?

Un profesional que se cuida al máximo, un amante del gimnasio.

¿Le retaría a un decatlón?

En velocidad ganaría él, en el resto competiríamos. Pero está muy trabajado. Hace cuatro años era un tirillas...

¿Le ha escuchado algún taco a Kaká?

No, no (entre risas). Y le gastamos las mismas bromas que al resto, eh. Siembre tiene buena cara, se encuentre como se encuentre. Es como Roberto Carlos o Cannavaro.

El centro es su asignatura pendiente.

Lo estoy mejorando. Practico mucho en los entrenamientos, pero no soy Beckham.

A usted lo que de verdad le gusta es jugar de mediocentro.

Y ya he jugado. Ahí me pusieron López Caro y Luxemburgo. La verdad es que me gusta jugar de pivote. No tengo pase de gol, pero sí debo darlo, lo hago. Ese puesto te permite llegar arriba y también ayudar a los centrales.

¿Se ha normalizado ya su relación con el Bernabéu?

Salvo en momentos puntuales del año pasado, siempre me he sentido arropado y querido. También en este momento.

Vuelve Pepe tras su ataque de locura con Casquero...

Es un gran central y una persona muy tranquila. Su reacción nos sorprendió mucho a todos. Nunca fue agresivo en un entrenamiento. Él nos dijo que no se dio cuenta de lo que hizo hasta que luego no lo vio repetido en televisión.

Suponemos que estará deseando volver a la Selección.

Naturalmente. Hay un equipo muy bueno para hacer algo importante en el Mundial. Es verdad que ahora vamos con más presión tras el triunfo en la Eurocopa, pero no nos sentimos favoritos. Tanto Del Bosque como Hierro se han preocupado por mí durante la lesión.

Su competidor, Arbeloa, lo tiene ahora en casa.

Hay buen rollo. Y aprendemos uno del otro.