Los lectores pueden pensar que hemos entrevistado a un friki, a un personaje de ciencia ficción, pero usted ha sido profesional. ¿Cómo ha vuelto a jugar a los 67 años?

Soy médico, cardiólogo exactamente, y biólogo. Conozco mi cuerpo y sabía que podía hacerlo. Lo peor no han sido las limitaciones físicas, sino los cambios que ha habido en el fútbol. Yo soy un portero de los 70, no del siglo XXI. Yo jugué con marcaje al hombre y con un libre, y ahora se juega en zona. Por eso me han metido el primer gol.

¿Cómo ha terminado el partido?

Hemos ganado dos a tres. Estoy feliz por la victoria y enfadado por recibir dos goles. El primero ha sido un error defensivo. Me han dejado vendido. El segundo me lo han marcado de penalti. Al final he hecho una buena parada que ha evitado el empate a tres.

¿Cómo le llegó la propuesta de jugar a los 67 años?

Los dos porteros del Ameto, que es el equipo de mi pueblo, estaban suspendidos y el presidente, que tiene un taller, me lo propuso. Al principio me lo tomé a broma, pero le dije que si me cambiaba gratis las ruedas del coche lo haría.

Bueno, y ahora que ya tiene ruedas gratis, ¿qué?

Pues tras el partido, como todo ha ido bien, me ha dicho que si puedo jugar el sábado en nuestro estadio, en Marsciano. Y le he dicho que sí. Pero luego cumplirán la sanción los chavales y se acabó.

¿Cuál es la explicación a su longevidad?

No hay elixir de eterna juventud, sólo entrenamiento, descanso, disciplina con los alimentos y una genética que tengo la suerte de poseer.

¿Podría jugar Casillas hasta los sesenta años?

Si quiere saber el secreto, dele mi número a Iker y que me llame cuando quiera.

Volvamos al partido, ¿se ha preparado especialmente?

Sí que lo he hecho. Le tengo que dar las gracias a mi preparador, Fabio Tosti, que ha hecho un gran trabajo. Además, supongo que mi entrenamiento como atleta ha ayudado.

¿No sólo juega al fútbol?

No, el fútbol lo dejé hace años. Si he vuelto ha sido por las circunstancias que he explicado. Hace años que me dedico al atletismo.

¿Y qué tal le va?

Muy bien. El 4 de agosto pasado, en Lathi, Finlandia, gané el campeonato del mundo de salto de longitud para mayores de 65 años. Hice una marca de 5,03 metros.

La gente va a creer que le he hecho una entrevista a Superman... ¿Qué opina su familia?

Están felices. Mis tres hijos han ido a verme jugar el partido. Una de mis hijas, que es médico como yo, era la más preocupada. Pero el más feliz soy yo. Creo que he cumplido con el equipo. Estoy satisfecho con mi rendimiento.

¿Y su mujer qué dice?

No ha ido a verme. Tampoco iba mucho cuando era profesional. Pero está feliz. ¡Cómo no va a estarlo si estoy como un hombre de 50 años, ja, ja,ja!