Procuro hablar claro", avisó Joan Laporta en la entrevista que publicó ayer el diario La Vanguardia. El presidente del Barcelona volvió a minimizar el incidente de quitarse los pantalones que protagonizó en el aeropuerto ("es una anécdota, y yo le añadiré dos más: la protesta de Manchester y el "¡al loro!") y destacó como uno de sus éxitos "el rigor económico, Unicef, Txiki (Begiristain) y resistir en circunstancias muy difíciles".

Preguntado sobre si alguna vez pensó en dejar el cargo, Laporta dijo: "Las amenazas de los Boixos a mis hijos me llevaron a plantearme y plantearles esa posibilidad. También hubo otros momentos después en los que tuve que hacerme el muerto para sobrevivir", en lo que parece una referencia al voto de censura que superó con problemas en 2008.

Política, sí y no.

Sobre la posibilidad de que el año que viene, cuando deje el cargo, se dedique a la política, Laporta fue ambiguo: "No tengo ambición política, pero sí inquietudes políticas". Anunció que "lo mejor está por llegar" y se mostró generoso con los futbolistas: "Soportan una enorme presión para poder estar en el Barça... Son jóvenes, famosísimos y con dinero... ¡Qué difícil de llevar con madurez esa mezcla! Por eso, miro a mis jugadores con ternura". De Pep Guardiola dijo: "Yo tenía confianza en que superara el bache y pusiera orden en el vestuario, pero la realidad ha superado todas las expectativas. Pep es magistral".