La Roja también llenará Riazor: como el Madrid...

Clasificación Mundial 2010 | España - Bélgica

La Roja también llenará Riazor: como el Madrid...

La Roja también llenará Riazor: como el Madrid...

jesús sancho

Si gana hoy a Bélgica y a Estonia el miércoles, casi en el Mundial

España inicia hoy en Riazor (primer partido oficial del equipo en este estadio) su cuenta atrás hacia la fase final del Mundial 2010 de Suráfrica. El engorrillo de la previa (bueno, a Argentina le gustaría decir lo mismo) quedará superado si gana hoy a Bélgica y el miércoles a Estonia (juraría que sí) y Bosnia, sorprendente segundo clasificado, no gana el miércoles en su casa, ante Turquía sorprendente no clasificado en este momento y en este grupo que inició como favorito junto a los nuestros. Si Luis Aragonés estuviera vigente nos diría aquello de "el más tonto hace relojes". Y al menos hasta hoy, los relojes bosnios funcionan mejor que los turcos. Cosas del fútbol que a veces tiene cosas de relojería cara, recuerden la Eurocopa 2008. Aunque Bosnia haga pleno, España depende de sí misma y sumando siete de los doce puntos por disputar estará el próximo mes de junio en la cita con los mejores y con vitola de favorita.

El ambiente en A Coruña es extraordinario empezando por el clima y acabando por el pueblo: 6.000 personas vieron ayer el entrenamiento y el estadio se llenará, lo que sólo sucede con el Real Madrid de por medio. Ya saben que no estarán Iniesta y Sergio Ramos, tan lesionados ellos, y en materia de alineación Del Bosque zanjó la duda, si es que la había, esta semana en AS cuando le dijo a Joaquín Maroto aquello de "si quito a Villa o a Torres me matan". Jugarán los dos porque el técnico está convencido de la bondad de poner dos delanteros, y más en casa. No tiene en cuenta Vicente que el partidito de Macedonia, aquel a mediados de agosto, se puso 2-0 en contra y se remontó quitando a Villa y apostando por cinco más o menos pequeños. Esta noche serán cuatro, Busquets, Xabi, Xavi y Silva, ese canario de quien dice Emery, su entrenador, que es mejor que Kaká. Tampoco habrá extremos clásicos, convencido Vicente, a lo Pellegrini, de que Xavi y Silva son tan buenos que lo son todo. La defensa, la de siempre: Arbeloa, Puyol, Piqué y Capdevila.

Los Diablos Rojos. Bélgica llega desesperaíta. Lo mejor es su centro del campo. Steven Dufour, al que se le relacionó con el Madrid hace cosa de un mes por si fallaba Xabi Alonso, que no iba a fallar, es la estrella de este equipo acompañado por el joven talento Eden Hazard, del Lille, a quien se augura un gran futuro. Pero el equipo no tiene nada que ver con los Diablos Rojos de los 60 y 80. Aquella Bélgica era muy superior a la actual cuando la dirigía Paul Van Himst, un 10 de categoría, y también la del Mundial 86, la de Ceulemans y compañía, la de los funestos penaltis de Puebla.

Frank Vercauteren, que jugó bien por aquel entonces, es su seleccionador hasta enero (cuando dejará su puesto al holandés Dick Advocaat, (un holandés al frente de Bélgica, las ciencias adelantan que son una barbaridad), y se cura en salud: "España es el mejor equipo europeo, pero en la ida pudimos ganar". Se adelantaron en el marcador, Iniesta marcó un gol extraordinario y sólo en el último minuto Villa, en colaboración con el mágico Güiza, acertó a poner en ventaja a nuestra Selección. Los apuros estuvieron más en el marcador que en el juego, no obstante.

Sin porteros. El rival acude diezmadillo además. No podrá contar con sus mejores porteros. El titular, Stijn Stijnen, se lesionó y el suplente, Silvio Proto, se quedó en casa por  el nacimiento de su hijo. Jugará Jean-François Gillet, meta del Bari. Tampoco estarán por lesión sus defensas Van Damme y Kompany ni por supuesto el centrocampista Axel Witsel, sancionado por su burrada contra Marcin Wasilewski, al que rompió tibia y peroné. Después de dos años fuera del equipo vuelve el delantero Emile Mpenza, ahora en el Sion, aunque parece que estará de inicio en el banquillo.

Un partido, en fin, que la Roja debe ganar porque es mejor y que le hace muchísima ilusión a Iker Casillas, que vuelve después de viajar para nada a Macedonia. Cumple su partido número 97 y tiene una ilusión loca por ganar en Riazor. Ya saben: es el portero del Madrid