Jacobo pudo con Crusat

Liga BBVA | Almería 0 - Valladolid 0

Jacobo pudo con Crusat

Jacobo pudo con Crusat

Fantástico partido del portero pucelano. El Valladolid jugó 80 minutos con diez por expulsión de Nivaldo. Baraja sacó un gol debajo de los palos

A los 13 minutos, Mateu Lahoz expulsó a Nivaldo, quien entró por detrás a Kalu Uche siendo el último defensor. Visto a cámara lenta se puede discutir la violencia o no de la acción del brasileño sobre el nigeriano. Pero la realidad es que hubo falta. Y con el Reglamento en la mano, el colegiado acertó. Una acción que, no cabe duda, condicionó el desarrollo del partido, aunque el Almería no supo aprovecharse de semejante ventaja.

Mendilibar tuvo que reaccionar. Sus planes se habían ido a freír espárragos y tomó la siempre desagradable determinación de hacer un cambio a las primeras de cambio. Quitó a Nauzet (me imagino que no le hizo demasiada gracia irse sin apenas haber entrado en calor) y puso en su lugar a Javi Baraja. Estaba claro que, con 80 minutos por delante (el partido duró 93 por el descuento), jugar en inferioridad requería más inteligencia que músculo; más ingenio que riesgo, más paciencia que osadía.

Desde ese mencionado lejano minuto, el Pucela aguantó como gato panza arriba gracias a su carácter aguerrido y, sobre todo, a las brillantes paradas de un fenomenal portero: Jacobo, dignísimo sucesor de Sergio Asenjo (traspasado al Atlético). Jacobo lo detuvo todo. Paradas para todos los tipos y todas las marcas. De todas ellas nos quedamos con una de balonmano que le hizo a Kalu Uche, apenas transcurridos tres minutos de la segunda mitad. El nigeriano había hecho una jugada magistral rematando en gimnástica postura. Si llega a ser gol, se habría caído el estadio... pero estaba 'San Jacobo'.

Verdaderamente Uche se fajó como un campeón, pero tuvo, igualmente, la mala fortuna de tropezarse con el larguero (minuto 68) en una acción que fue continuada por David Rodríguez quien acudió presto al rebote. Pero su remate lo sacó debajo de los palos Javier Baraja. Estaba claro. No era la noche del Almería en tan mediterránea noche.

Impotencia. Crusat, sin duda el mejor elemento rojiblanco, se hartó de correr, centrar y chutar. Pero todo lo que iba dirigido entre los tres palos se encontraba siempre con el mismo receptor: San Jacobo. ¡Siempre San Jacobo! A Hugo Sánchez, desde luego se le atravesó y me imagino que estará sin saborear esta deliciosa carne por espacio de una buena temporada. Y el mexicano, en plena desesperación llegó a poner sobre el terreno de juego al defenestrado Solari como una solución de urgencia. En teoría es el quinto delantero como se le especificó tras negarse a recalar en el Santos Laguna de México. El 'Indiecito' le puso ganas. Es un atacante bastante aprovechable. Pero estamos hablando de las ocasiones que tuvo el Almería. El Valladolid tuvo dos, pero... ¡qué dos! Una al principio del canario Nauzet Alemán y otra de Manucho, apenas un minuto después de la expulsión de Nivaldo. Ganó la espalda a Acasiete que, la verdad sea dicha, se durmió. Pero su disparo se marchó fuera. Un jugador muy interesante este angoleño que el Valladolid se ha traído del Manchester United.

Desenlace previsible. Los últimos minutos dejaban claro que la cosa acabaría en empate y además a cero. El Almería se desinfló y resignó viendo que en noches como ayer, no marcaría ni a puerta vacía. Sus ataques estaban llenos de corazón, pero faltos de cabeza y lo que es peor, de fe. Y el Valladolid, que daba por bueno este punto (buenísimo dadas las adversas circunstancias) imaginó estirarse en busca de una carambola. Pero las cosas como son. Tampoco hizo mucho por poner a trabajar al brasileño Diego Alves.

Y así, con calor y con muy poco público (porque 9.100 espectadores no se puede decir que sea precisamente una entrada de lujo. Más bien es tirando a paupérrima) Mateu Lahoz dio el pitido final. Un reparto de puntos que no sentará igual de bien a almerienses y pucelanos pero que deja bien a las claras los aspectos en que uno y otro equipo deben mejorar para no pasar apuros clasificatorios. Al menos el Valladolid salió vivo de una circunstancia adversa. El Almería deberá afinar bastante esa roma puntería.

El detalle: sin Nivaldo y con Solari

A los 13 minutos de partido el Valladolid se quedó con un jugador menos por expulsión de Nivaldo. En el transcurso del encuentro el entrenador, Hugo Sánchez, dio la alternativa a Esteban Solari, un jugador con el cual por el momento no iba a contar.