En realidad ha sido un verano muy difícil para mí. Todo fue bastante estresante. A veces me enfadaba al leer las informaciones de los periódicos. Nunca he pedido al Bayern que me deje marchar". Estas son las declaraciones de Ribéry que el diario alemán Sport Bild publicó ayer. El jugador, después de haber intentado todo para fichar por el Madrid este verano, sabe que le queda una temporada más en el Bayern y quiere que sea tranquila. El verano que viene Florentino ya tiene apalabrada su incorporación con Alain Migliaccio, como ya informó AS. Firmará por cinco campañas y, al estar en su último año de contrato, el Madrid no espera pagar más de 25 millones.

"Todo lo que dije es que, en caso de abandonar Alemania, quería ir al Madrid", continuó Ribéry. "En esta fase del verano, Zidane ha sido neutral. Aunque tenemos buen trato, tampoco hemos hablado mucho. Antes, sí que hablamos mucho de su etapa en el Madrid. Él mismo me contó que tuvo dificultades para ir de la Juve al Madrid. Sé que Zidane sería muy feliz si yo fuera al Real. Pero, por ahora, no se da esa circunstancia".

Un ídolo.

Ribéry confesó que, por encima de nombres como "Cruyff, Pelé o Maradona", su gran ídolo de la infancia siempre fue Zidane: "Es el gran número uno. Un mito para mí con el que llegué a jugar el Mundial de Alemania". Ahora, es Hoeness quien pretende que Ribéry "sea el Zidane del Bayern", pero de momento no ha habido respuesta a la propuesta de renovación con los bávaros que tiene sobre la mesa: "Es un club que me ha dado mucho y yo siempre he intentado devolver esa confianza con trabajo. Por eso me dolieron mucho las declaraciones de Beckenbauer diciendo que no sentía los colores por ser francés. Nunca he fingido una lesión para forzar mi salida. A pesar de eso, los dirigentes me han dado cariño...".