La solvencia y eficiencia del juego del Levante desbordó de impotencia al Mallorca, que en un partido amistoso ante un rival de Segunda División generó muchas dudas ante el inicio de la competición oficial de Liga el próximo fin de semana.

El Levante, en cambio, continuó su progreso de pretemporada con un juego participativo que desquició al conjunto balear puesto que el Mallorca demostró una ausencia de táctica y de soluciones para hilar una jugada entre varios futbolistas que desencadenara en una ocasión de gol.

Los valencianos complicaron de salida el planteamiento del equipo mallorquín, entrenado por Gregorio Manzano, ya que pocos minutos después del inicio ya habían obligado a que el guardameta israelí Aouate se estirase para salvar dos disparos de Ballesteros y Javi Guerra.

La hoja de ruta marcada por el técnico Luis García Plaza a sus futbolistas, que se basó en una defensa con cautela y premura de los ataques mallorquines, centralizados en la figura del camerunés Webó, dio como resultado un juego participativo y ágil que dejó al Mallorca con pocos recursos ofensivos.

Víctor trató de romper la dependencia del Mallorca a Webó en sus combinaciones con un tiro lejano ya que el conjunto mallorquín sólo era capaz de igualar el dominio del equipo valenciano con jugadas a balón parado y ésta se convirtió en la única manera de inquietar la portería defendida por Reina.

Mario Suárez fue el futbolista del Mallorca que más trató de liderar el juego de su equipo, pero se vio neutralizado con la aportación laboriosa de Pallardó en el centro del campo, que provocó pérdidas de balón en el conjunto balear que el Levante no supo traducirlas en ocasiones para anotar el primer tanto.

El equipo valenciano encontró en la segunda parte el gol y la definición que se le había resistido en la primera mitad, ya que Rubén logró quedarse solo ante Aouate, al que evitó para anotar el tanto en una ocasión muy similar a la que había gozado tan sólo un minuto antes.

El Mallorca concedió espacios al Levante, lo que favoreció enormemente los contraataques veloces del conjunto valenciano, que jugó más cómodamente y sólo se vio parado por un duro juego por parte del Mallorca con tal de evitar más goles.

La batalla todavía quedó más desequilibrada cuando el árbitro expulsó al defensa central Ramis y a Corrales, dentro de una vorágine de amonestaciones al conjunto balear que dejó a un Levante volcado en la portería del Mallorca.

Los futbolistas del equipo valenciano aprovecharon para ampliar la ventaja con el segundo tanto y perdonaron la goleada ante un conjunto balear que acabó por rendirse ante la evidencia de la superioridad del Levante.