Oreja de ley para Urdiales

TOROS | Bilbao

Oreja de ley para Urdiales

El torero riojano Diego Urdiales paseó la única oreja del toro con mejores ideas del encierro, el sexto, un astado de enorme envergadura.

El matador de toros Diego Urdiales ha cortado una oreja de ley del victorino más manejable dentro de una complicada corrida en la última de las Corridas Generales de Bilbao, en la que se ha jugado una complicado y difícil encierro que ha puesto en apuros a la terna, que ha respondido con un gran esfuerzo a este reto. El torero riojano paseó la única oreja del toro con mejores ideas del encierro, el sexto, un astado de enorme envergadura y frente al que el diestro ha hecho un esfuerzo con este ejemplar, que no repitió pero al que el torero logró meter en el canasto y cortarle el citado trofeo.

Antes, Urdiales se mostró esforzado con el encastado tercero, un toro que embistió humillado y con largura en los compases iniciales del trasteo. El diestro riojano no terminó de cogerle el aire y el animal intentó defenderse en un trasteo dque remató de una media delantera. El público le tributó una ovación que recogió desde el tercio.

Juan José Padilla saludó una ovación tras petición tras pasaportar al primero, un animal que adoleció de raza y que acometió mejor por el pitón izquierdo, a pesar de que en la última parte del trasteo no humilló. El jerezano extrajo buenos pasajes por ese lado en una labor que remató de estocada en lo alto. Hubo petición, pero el Presidente optó por no conceder el trofeo. El cuarto fue otro toro difícil, un astado reservón que no rompió hacia adelante nunca y con el que Padilla solo pudo hacer un esfuerzo y justificarse de manera digna.

José Luis Moreno perdió una oreja después de haber estado firme y haber firmado una labor sólida de seguridad frente al complicado segundo, un victorino que reponía en cada muletazo y con el que el cordobés ha estado muy entregado aguantando tarascadas. Una estocada tendida y tres descabellos le hicieron perder una posible oreja. El complicado y peligroso cuarto le puso en más de un apuro siendo volteado incluso afortunadamente sin consecuencias.