Donosti vestirá hoy sus mejores galas con ocasión de este Real Sociedad-Real Madrid, partido del Centenario del histórico club guipuzcoano. Los blancos, con todas sus figuras; los blanquiazules, con toda su historia y el sueño de un regreso a Primera a no tardar. ¡Ah, la Real! Los héroes de los 80, los de las dos Ligas y tal, Arconada, Periko, Zamora, López Ufarte, serán los más jaleados, pero el club fue, es y será mucho más que unos años en lo más alto: la Real es el alma futbolística de su tierra y donde un día estuvo Arregi, después lo hizo Satrústegui y hoy, Agirretxe, por citar tres generaciones de delanteros de este club magnífico que vuelve a sus raíces (ver equipo inicial) buscando mejores tiempos deportivos. Permítanme un recuerdo para Alberto Ormaetxea, que lo verá desde el cielo. Porque fue el entrenador de los títulos y como homenaje a tantísimos técnicos realistas que han cincelado su personalidad a lo largo de estos cien años.

Xabi Prieto lucirá el 10 de Zamora, de De Pedro. En Elustondo ven un nuevo Xabi Alonso. Mikel González es un clásico de una cantera que maneja hoy Martín Lasarte, vocacional de la cosa que llegó desde Uruguay. Nos apetece ver a Estrada, llamado El Calidoso por su calidad en su Colombia natal, al chico De la Bella, de la cantera sevillista, a N'Sue (cedido por el Mallorca) y ganador del oro en los Juegos del Mediterráneo. No estará Carlos Bueno, pues falta que Peñarol envíe su tránsfer. Sí estarán el portero chileno Bravo y Diego Rivas, el resto será gente de la casa, del barrio, amigos de todos porque en San Sebastián todos se conocen. Es por eso que la fiesta de hoy será colosal: en esa ciudad, la Real se lleva en la sangre.

Vuelve a casa.

También en la de Xabi Alonso, al que la casualidad le ha regalado vivir este partido con la camiseta del Madrid, que no le cobra un euro al anfitrión y eso que su caché está en el millón de euros "para los amigos". Buen ejercicio de propaganda la suya en el corazón donostiarra. Propaganda que le lleva a acudir con todas sus figuras empezando por Xabi y continuando por el tridente mágico, Cristiano-Kaká-Benzema.

El equipo se entrenará esta mañana en Valdebebas y viajará después hasta Anoeta, donde le espera uno de esos partidos únicos en los que el fútbol alcanza su máxima expresión en cuanto a fiesta y hermandad entre deportistas. En el Madrid, y en lo deportivo, un runrún: ¿Higuaín suplente? Y es que si para la Real es una fiesta, para el Madrid no hay amistoso que valga, es pura exigencia. Real vs Real: cien años de fútbol les contemplan.