El crack no le devuelve el favor a Guardiola

Barcelona | El lio con los Juegos

El crack no le devuelve el favor a Guardiola

El crack no le devuelve el favor a Guardiola

reuters

El técnico le dejó acudir a Pekín hace un año.

Guardiola tuvo un gesto muy lindo conmigo", proclamaba un eufórico y agradecido Lionel Messi a su llegada a Barcelona después de ganar el oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Pekín, el 24 de agosto de 2008. El pulso entre el argentino, obcecado en acudir con su selección, y el Barça, que no quería perderlo para la fase previa de la Champions, fue arbitrado con suma maestría por el técnico catalán, que permitió al crack ir a la cita olímpica y asumir el riesgo deportivo y mediático. "No tenía sentido que Messi se quedara si su cabeza estaba en Pekín", comentó Guardiola.

Ese fue el resultado de un serial que se convirtió en la historia del pasado verano. La FIFA impuso a los clubes ceder a sus jugadores a las selecciones nacionales para que disputaran los Juegos, pese a que la competición olímpica no entraba en el programa oficial de ese organismo. El Barça, al igual que el Werder Bremen y el Schalke 04, presentó un recurso ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) para solicitar que sus futbolistas regresasen inmediatamente a los clubes de origen.

Messi abandonó ilusionado la concentración azulgrana el 30 de julio, después de un Sampdoria-Barça, para incorporarse a su selección, aún con la duda de la decisión del TAS. El 6 de agosto, este organismo regulador declaró que "los clubes no tienen la obligación de liberar a los jugadores", anulando así la decisión de la FIFA. Messi debía regresar con el Barça y quedarse sin los Juegos, pero Guardiola quiso hacerle un favor y le permitió disfrutar de la experiencia olímpica.

El gesto del Barça provocó unas contraprestaciones. Julio Grondona, presidente de la Asociación de Futbolistas Argentinos (AFA), aseguró que ellos se harían cargo de un seguro médico que cubriría al jugador en caso de lesión y libraría a Messi de todos los amistosos de la temporada, para que el Barça pudiese disfrutar más del jugador. Resultó que había gato encerrado: Argentina sólo jugó dos amistosos ese curso (y los dos en Europa). Ahora el argentino prioriza la selección al Barça y no le devuelve el "gesto muy lindo" a su entrenador.