La octava 'casa perica' lleva el recuerdo de Sarrià

Espanyol | La Historia

La octava 'casa perica' lleva el recuerdo de Sarrià

Fuera de Barcelona tras 109 años.

L a historia de Barcelona en el siglo XX no se entiende sin el Espanyol. El club blanquiazul ha estado presente en las zonas más representativas de la Ciudad Condal. El primer campo de los pericos data de 1900, se llamaba Grassot y estaba ubicado junto a la Sagrada Familia, que por aquel entonces veía la luz y Antonio Gaudí dirigía en persona el proyecto.

El siguiente campo en el que el Espanyol jugó sus encuentros fue el Plaza de Armas, en pleno Parc de la Ciutadella. El paso perico por la zona sur de Barcelona fue fugaz y rápidamente se trasladó a la zona de Marina, donde ahora se ubica la plaza de toros de La Monumental.

Después, llegaron dos campos anclados en el corazón de Barcelona, como el del Hospital Clínico (calle Londres) y el famoso de la Calle Industria (entre Muntaner y Casanova). No fue hasta 1923 cuando el Espanyol emigró a su estadio de siempre, Sarrià, en la zona más noble.

Sarrià vio el primer gol de la historia de la Liga, obra de Pitus Prats (Espanyol 3-2 Real Unión, en 1929). La Bombonera perica fue talismán para que el Espanyol ganase dos de sus cuatro Copas del Rey. Sarrià también fue protagonista del Mundial de España '82, con la Italia de Paolo Rossi, el Brasil de Zico y Sócrates o la Argentina de un joven Maradona como protagonistas.

El trastorno de la demolición duró 12 años, los que ha pasado el Espanyol en el territorio olímpico de Montjuïc. Después de 109 años, Barcelona quedó atrás.