Un nuevo error individual le costó al Atlético el partido ante el Arsenal. Y fue una pena, porque los de Abel hicieron un buen trabajo defensivo. Una lástima porque el conjunto del Manzanares había mostrado mucho orden y mucha seriedad en la línea defensiva. Abel ya ha comentado en numerosas ocasiones que quiere empezar la casa por los cimientos y su principal preocupación es ajustar su zaga.
El año pasado cogió al equipo con la necesidad imperiosa de meterlo en Champions y apenas pudo trabajar tácticamente con sus jugadores. Mostró sus ideas, pero poco más. Ahora, con tiempo, quiere enmendar los errores del pasado. Y ante el Arsenal, un equipo fuerte de la Premier y de Europa, la zaga del Atlético se mostró solvente, con mucho orden y seriedad. Con muchas ayudas y concentrada. Pese a que el balón fue siempre del conjunto inglés el Atlético no pasó apuros en la primera parte. Sí tras el descanso, cuando en los primeros quince minutos Van Persie, Bendtner y Ramsey tuvieron claras ocasiones para marcar. Ahí sí lo pasó mal un Atlético al que no le duraba la pelota en los pies. Solvente atrás, pero sin posesión. Desaparecido Reyes y tan sólo peleón Sinama, Assunçao y Raúl García bastante tenían con blindar la defensa. Cierto es que pese a no tener el balón, Agüero estuvo a punto de marcar nada más empezar en jugada de estrategia y que Reyes pudo hacerlo también tras asistencia de Kun, pero un equipo que quiere ser importante en el escenario internacional debe tener más presencia. El Arsenal es el rival con más calidad que ha tenido delante el Atlético y se notó. En cuanto presionó a los centrocampistas rojiblancos, recuperaba con facilidad la posesión de la pelota.
Roto.
El partido se rompió en la recta final, cuando el Arsenal obtuvo el premio en una de sus ocasiones. Pero el Atlético no se vino abajo y primero Maxi y después Borja pudieron empatar. Finalmente lo hizo Pacheco, una de las joyas de la cantera rojiblanco. Con 18 años Abel le dio unos minutos en el imponente Emirates, y los aprovechó con un gol tras una preciosa asistencia de Jurado. Pacheco ocupó el puesto de Forlán, que jugó como el hombre más adelantado de la línea de centrocampistas del Atlético. Fue con la entrada de los chavales, el mencionado Pacheco y Borja, más la movilidad de Maxi, cuando el Atlético tuvo oportunidades. Y cuando parecía que el partido iba a acabar en empate llegó el postrero gol de Arshavin, que se aprovechó del enésimo regalo. En esta ocasión fue Juanito el que le dio la opción de marcar. El central, que había cuajado un partido muy serio, cedió con la cabeza a Asenjo, pero se quedó corto. El ruso decidió y tiró por la borda el buen trabajo rojiblanco en todo el partido.
